Elecciones: Ayuso sí o sí
El vídeo del dóberman que el PSOE utilizó en 1996 para hacer frente a los pésimos pronósticos electorales, no impidió que el PP ganara las elecciones y tampoco que gobernara. En la campaña de Madrid no hay un doberman para hacer frente a las encuestas que dan ganadora a Ayuso, hay figurantes, no tienen la categoría para ser clasificados como políticos, que ladran y utilizan el esperpento ante su incapacidad para expresar sus ideas y propuestas en un debate sosegado ideológico.
La izquierda ha tardado 25 años en percatarse de que Madrid es una región emprendedora, tolerante con el que es distinto y piensa distinto, aquí no se señala a nadie y a nadie le gusta ser señalado, es solidaria por naturaleza, acoge al que viene de fuera y sobre todo, es adulta, no necesita de tutelajes y mucho menos de inquisidores.
25 años después, cómo vas a decir a los madrileños que tu objetivo político es subirles los impuestos, cerrar el Zendal, imponer un único modelo educativo y si discrepas serás un antidemócrata o un fascista. 25 años después la izquierda es consciente de que nada a contracorriente en el Manzanares y por fin se da cuenta de que aquí no hay un problema de identidad ideológica sino de libertad y tolerancia.
En esta campaña la izquierda se ha lanzado al esperpento queriendo que los madrileños nos veamos reflejados en espejos cóncavos y convexos absurdos, alejados de la realidad. Han normalizado la mentira y el insulto y lo que es más grave nos quieren dividir en bandos de buenos y malos, de víctimas y verdugos, e instaurar el miedo en nuestras vidas. Hoy más que nunca Ayuso, si o si, tiene que seguir y poner freno a este sinsentido socialcomunista que atenta contra la dignidad y el sentido común.