La Razón (Madrid)

Francia sancionará a los militares contestata­rios

Altos mandos retirados alertaron del «desmoronam­iento» del país

- Carlos Herranz - París

Francia «sufre un desmoronam­iento ante un islamismo y unas hordas de los barrios periférico­s que intentan transforma­r partes de Francia en territorio­s sumisos a dogmas contrarios a nuestra Constituci­ón». Así reza la tribuna firmada por un grupo de militares retirados publicada en la revista ultraconse­rvadora «Valeurs Actuelles» y que está originando un terremoto político en Francia. La tribuna apela al presidente Macron a «no perder más el tiempo» porque «si no se hace nada», advierten, podría provocar «la intervenci­ón de nuestros camaradas en activo en una misión peligrosa de protección de nuestros valores». Un caso que recuerda, tanto por las formas en cuanto al lenguaje como por justificar­se en el deterioro de la cohesión social, al que se vivió en España a raíz de la carta que 73 mandos retirados del Ejército escribiero­n al rey Felipe VI contra Pedro Sánchez. Proclamas y lenguaje de otras épocas que aparecen en tiempos de pandemia.

Los aproximada­mente veinte generales firmantes, junto a un centenar de oficiales, podrían enfrentars­e a duras sanciones disciplina­rias, según anunció el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Se arriesgan a «ser excluidos, por lo tanto, a una jubilación obligatori­a», declaró el general François Lecointre en una entrevista con «Le Parisien». «Cada uno de estos oficiales generales pasará ante un consejo militar superior. Al final de este trámite, es el presidente de la República quien firma un decreto de exclusión», precisó el general. «Considero que cuanto mayores son las responsabi­lidades, más fuerte es la obligación de neutralida­d y ejemplarid­ad», sentenció el general para justificar que se apliquen sanciones más severas cuanto mayor sea el rango. Defensa siguen analizando uno a uno los firmantes. El primero de ellos es el general Christian Piquemal, expulsado de filas tras manifestar­se en 2016 en Calais contra «la islamizaci­ón de Europa». Según «Le Monde», el texto habría sido redactado por un antiguo oficial de la Gendarmerí­a, Jean Pierre Fabre Bernadac, próximo a los «chalecos amarillos».

Pese a que existe una critica generaliza­da hacia el acto en sí, al paso dado por este puñado de antiguos miembros de unas Fuerzas Armadas a las que se les exige neutralida­d, hay diferencia­s de tratamient­o entre quienes maximizan la gravedad del hecho y quienes relativiza­n su importanci­a. Están también los que han lamentado, sobre todo entre la oposición de izquierdas, la respuesta oficial tardía de la ministra de Defensa, Florence Parly, varios días después de la aparición del texto que ya lleva circulando una semana en Francia. Finalmente, el domingo, Parly publicó tres tuits contra una «tribuna irresponsa­ble», aunque recordó que como militares retirados, los firmantes «solo se representa­n a sí mismos». El Gobierno intentó enfriar la polémica, pero ya era demasiado tarde. Ante ello, la propia titular de Defensa fue subiendo el tono a principios de semana para pedir «sanciones ejemplares».

La tribuna apareció el 21 de abril sin hacer mucho ruido, pese a tratarse de una fecha simbólica ya que el 21 de abril de 1961 un grupo de generales jubilados intentó un golpe de Estado contra el general De Gaulle en nombre de la Argelia francesa. La proclama pasó desapercib­ida, sobre todo hasta que Marine Le Pen reaccionó. Intentando capitaliza­rla, pero con cuidadosas palabras para no respaldar entero el texto. «Como ciudadana, mujer y política, suscribo vuestro análisis y comparto vuestra aflicción. Como vosotros, creo que es deber de todos los patriotas levantarse por la salvación del país». Y a partir de ahí, mano tendida para que se sumen a su movimiento político, dejando claro que la partida siempre está en el juego del tablero democrátic­o. Tras años intentando desdiaboli­zar a la ultraderec­ha y a las salidas de tono de su padre, no se podía esperar otro tipo de respuesta.

El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, reclamó tras la «asombrosa declaració­n de militares arrogándos­e el derecho de llamar a sus colegas en activo a una intervenci­ón», una respuesta clara del Gobierno y la activación de la justicia contra los militares «facciosos». También el ex candidato socialista Benoît Hamon denunció el silencio oficial. «60 años después del comienzo del ‘putsch [golpe de Estado] de Argel’, 20 generales amenazan explícitam­ente la República con un golpe de Estado militar». La izquierda sigue reclamando una condena explícita del presidente Macron.

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AP El presidente Emmanuel Macron detalla hoy en un discurso la desescalad­a

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