«Si cierran estas pistas, deberían cerrar las de toda España»
Considera «absurda» la coartada medioambiental esgrimida por el Gobierno
LaLa Federación Madrileña de Deportes de Invierno ha capitalizado las protestas ante un cierre que ven injustificado. A la manifestación del 25 de abril se sumarán mas. «Como presidente de la federación, defiendo a los deportistas. No somos un partido político. Unos y otros lo están intentando politizar. Nosotros llevamos la bandera del deporte» explica a LA RAZÓN el máximo responsable del FMDI, Antonio Fernández-Coppel.
Más de 35 campeones han salido de unas pistas centenarias. Y lo que ahora preocupa es que Navacerrada deje de ser una cantera de futuras figuras. El desmantelamiento de las tres principales pistas significará también el final del contacto de unos
11.000 escolares al año con los deportes de nieve. «Eran las instalaciones más accesibles. Ahora, un chaval que quiera aprender a esquiar, tendrá que desplazarse más lejos. Más gasto... y más combustible», señala Fernández-Coppel. Un punto, éste último, importante. No en vano, el mandato del Ministerio para la Transición Ecológica, presidido por Teresa Ribera, de cerrar las pistas responde al impacto medioambiental sobre la zona. Algo que desde la federación consideran «absurdo».
«Si así fuera, todas las instalaciones de España deberían cerrarse. Hablamos de pistas de nieve artificial. El agua surge de un depósito y no se mezcla con ningún aditivo. Y con el deshielo, ese agua revierte en los ríos», explica el presidente de la Federación. Tampoco comprenden el argumento sobre la contaminación generada por el tráfico en la zona. «Se venden 500 pases el sábado y el domingo. Cuando el parking del puerto se llena, significa que han subido unas 8.000 personas. Solo entre el 5 y el 10% de los que suben al puerto son esquiadores», subraya. Sin olvidar que hablamos de unos recintos que solo permanecen abiertos dos meses y medio al año. Así, considera que se está «mezclando un problema de circulación de coches con otro medioambiental». Fernández-Coppel expresa también el descontento que sienten sienten los comerciantes de las zonas afectadas. A los 200 empleos directos comprometidos tras el anuncio del cierre añade otros «5.000 indirectos», debido al fin de la actividad económica que genera el esquí. Los vecinos de San Ildefonso, Navacerrada y Cercedilla no logran entenderlo. Y tampoco a sus ayuntamientos, que no han alzado la voz al respecto. «Están haciendo una política de apoyo a sus jefes. Hay desánimo entre sus habitantes. Están indignados».
Ante esta situación, «le pedimos al Gobierno central que reflexione y que se reúna con las partes afectadas. Pero me consta que la ministra está pidiendo ya presupuesto para desmantelar las pistas. No encontramos ninguna lógica». Por contra, administraciones, como la Comunidad de Madrid y Castilla y León, planean declarar Bien de Interés Cultural al entorno. Por eso, creen que todavía está por ver si el Gobierno puede acabar con las pistas en el próximo mes de octubre. «Vamos a seguir dando la lata y a transmitir el problema, por nosotros y por los chavales que puedan venir», concluye.