TRAGEDIA TRAS UN TIROTEO EN UN COLEGIO RUSO
Conmoción en Rusia tras el asesinato de siete alumnos y un profesor de una escuela en Kazán, en el sureste. La Policía detiene al tirador, identificado como Ilnaz Galyaviev, un ex alumno de 19 años, que afirma ser «dios»
Una vez más, la suma de armas y centro escolar ha dado como resultado un macabro balance de, al menos, nueve muertos. Esta vez en la ciudad rusa de Kazán, donde se encuentra el colegio número 175, lugar de la tragedia. Además de los fallecidos, entre los que se encuentran siete estudiantes, una profesora y una trabajadora del centro, hay más de 30 heridos, según la agencia de noticias TASS y algunos de ellos en situación grave. La Policía ha detenido al tirador, identificado como Ilnaz Galyaviev, un ex alumno de 19 años, que afirma ser «dios».
Una vez más, la suma de armas y centro escolar ha dado como resultado un macabro balance de al menos nueve muertos. Esta vez en Rusia, y más concretamente en la ciudad de Kazán, capital de la república de Tatarstán, donde se encuentra el colegio número 175, lugar de la tragedia. Las primeras imágenes, difundidas por los informativos y las redes sociales, mostraban en la mañana de ayer a decenas de niños huyendo de dicha escuela ante la mirada estupefacta de los transeúntes. Además de los fallecidos, entre los que se encuentran siete estudiantes, y un profesor del centro, hay más de 30 heridos, según la agencia de noticias TASS y algunos de ellos en situación grave.
En el momento del suceso se encontraban en la escuela 714 niños y 70 empleados, 52 de ellos profesores.
El presunto autor de la matanza actuó en solitario, según las primeras investigaciones, y se trataría de Ilnaz Galyaviev, un joven de 19 años, ya detenido por la Policía, antiguo alumno del centro que se graduó hace cuatro años y que pasó a estudiar Tecnologías Informáticas en una universidad local que le habría expulsado hace algunas semanas al no haberse presentado a las clases desde el pasado mes de enero. El inicio de la pesadilla tuvo lugar poco después de comenzar la jornada lectiva, cuando el presunto autor accedió al centro educativo disparando contra un trabajador que permanecía en la entrada y en la tarde de ayer se encontraba en estado grave. Poco después, el ex alumno de dicha escuela subió por las escaleras del colegio hasta llegar a la tercera planta, donde están ubicadas las clases del octavo curso. Allí fue donde la tragedia llegó a su punto más sangriento, disparando e hiriendo de muerte a siete de los alumnos que allí se encontraban. Mientras, muchos de los estudiantes del colegio que habían escuchado el tiroteo intentaban escapar a toda prisa bajando por las escaleras o saltando por las ventanas.
El presunto asesino había conseguido una licencia de armas el pasado 28 de abril y tenía registrada a su nombre una escopeta semiautomática, justificada como arma para la caza mayor, que fue la utilizada en la mañana de ayer para cometer su barbarie. Según un vídeo difundido por la Policía en el que se ve a Galyaviev esposado a las rejas de su celda, el presunto autor gritaba que «siempre odió a todo el mundo» y que «hace dos meses» se dio cuenta de que era «dios». La operación para su captura fue llevada a cabo por la Guardia Nacional rusa, que pudo rodear el edificio del colegio mientras llegaban decenas de ambulancias para atender a los heridos.
Una vez detenido, Galyaviev aseguró que había colocado varios artefactos explosivos tanto en el centro escolar como en su casa, un hecho totalmente descartado por fuentes policiales.
El presidente de la república de Tatarstán, Rustam Minnikhaque
Todos empezaron a gritar: ‘Cerrad las puertas’. Dos minutos después nos dijeron cómo están estos demonios aquí en nuestra escuela...» Un alumno de octavo
Nos sentamos en clase, escuchamos al director decir por el altavoz que nos escondiéramos. Escuchamos varios disparos, o una explosión. Unos 20 minutos después, llegó la Policía» Una estudiante del centro
nov, confirmaba en la misma mañana de ayer las primeras noticias sobre las víctimas mortales, a la vez que informaba del cese de las actividades escolares en la región y decretaba el día de hoy como de luto oficial en dicha república del sureste ruso.
Se trata del ataque más violento registrado en un centro educativo de la Federación de Rusia desde que en octubre de 2018 un estudiante de 18 años matara a 20 personas e hiriera a más de 40, antes de suicidarse, en un instituto de formación profesional de la ciudad de Kerch, en la península de Crimea.
Resulta sorprendente que el asesino de la escuela de Kazán utilizara para cometer su fechoría el mismo modelo de escopeta semiautomática que en su momento usó el autor de la matanza de Kerch, una Hatsan Escort. Para obtener una licencia de arma de caza, es necesario aprobar un examen psicológico.
Desde la matanza de Kerch, varias han sido las propuestas parlamentarias para el control de las armas a manos de la población civil, pero ninguna se ha concretado ni ha llegado a buen puerto. Ayer mismo, el presidente ruso, Vladimir Putin, encargaba al jefe de la Guardia Nacional, Victor Zolotov, la redacción urgente de una nueva regulación sobre los tipos de armas permitidos a la población, según declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La investigación
El presidente ruso, que ha enviado sus condolencias a los afectados por la tragedia, podría pronunciarse en breve sobre lo ocurrido decretando nuevas medidas. El presidente de la Cámara Baja, Vyacheslav Volodin, confirmaba lo ya adelantado afirmando que «la Duma Estatal analizará la legislación sobre la seguridad de las instituciones educativas y sobre la circulación de armas en relación con el tiroteo en una escuela en Kazán». El Comité Nacional Antiterrorista ruso empezó ayer mismo una exhaustiva investigación sobre lo sucedido para intentar aclarar los fallos ocurridos en la seguridad de la escuela. El país permanecía ayer en estado de «shock».