La Fiscalía pide 6 meses de cárcel para el «número 3» de Podemos
Por atentado a la autoridad y lesiones por una patada a un agente
Una protesta contra la «Ley Wert» en 2014 sentará en el banquillo al diputado de Podemos Alberto Rodríguez, secretario de Organización del partido morado, para quien la Fiscalía reclama una condena de seis meses de prisión y una multa de 180 euros por un delito de atentado contra la autoridad y otro leve de lesiones.
El Ministerio Público pide además que se inhabilite al «número 3» de Podemos para ser candidato durante el tiempo de duración de la condena y que indemnice al agente lesionado con 250 euros.
En su escrito de calificación provisional, la Fiscalía del Tribunal Supremo –ante el que se encuentra aforado por su condición de diputado– afirma que los hechos –que Rodríguez niega– se produjeron el 25 de enero de 2014, en el marco de la convocatoria de una manifestación de rechazo a la Lomce, la Ley de Educación impulsada por el PP. Coincidiendo con la visita a La Laguna (Santa Cruz de Tenerife) del entonces ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, se produjo un enfrentamiento entre manifestantes y agentes que integraban el dispositivo de seguridad «que se limitaban a proteger a las autoridades de una eventual agresión».
En ese contexto, la Fiscalía sostiene que Alberto Rodríguez «propinó una patada» a un agente, quien a consecuencia de la misma «sufrió una contusión en la rodilla izquierda» que requirió de asistencia facultativa y de cinco días de recuperación, durante los cuales, sin embargo, pudo desarrollar sus actividades habituales.
Antes de ese enfrentamiento, recuerda la Fiscalía, los ánimos se caldearon cuando unas 500 personas se reunieron tras la valla próximo a la catedral de Nuestra Señora de los Remedios –a cuya inauguración había acudido Wert– y comenzaron a gritar: «Perros, hijos de puta», «quitaos de en medio, dejad a Wert en nuestras manos».
En un momento dado una mujer, ayudada por otras personas, comenzó a cortar los lazos que aseguraban la valla, y cuando los agentes le impidieron acceder al interior del templo, los concentrados, a los que se habían sumado alrededor de 200 personas, comenzaron a «arremeter» contra el vallado, «lanzando las vallas a los policías y diversos objetos, como piedras, botellas de agua y tomates».
Tras declarar en el Supremo como investigado el pasado marzo, el diputado morado negó ante la prensa las acusaciones y achacó su condición de imputado a la «criminalización de la protesta social». «Esos hechos los negué porque nunca ocurrieron», defendió Rodríguez tras su comparecencia ante el instructor.
El secretario de Organización de Podemos explicó que se limitó a participar «junto a miles de canarios» en una manifestación a favor de la educación pública y «contra los recortes». De hecho, según su versión «ni siquiera estaba» en el lugar cuando se produjeron los hechos. «No tengo nada de lo que arrepentirme ni nada avergonzarme», dejó claro.
Según el ministerio público, la agresión de Alberto Rodríguez se produjo en una protesta contra la «Ley Wert»