Los trabajadores del hotel Palace, contra la gerencia
La acusan de aprovechar la pandemia para despedir a la mitad de la plantilla
El clima de descontento e indignación crece entre los trabajadores del Hotel Westin Palace de Madrid a medida que pasan los días. Después de las concentraciones que protagonizaron el 27 y 29 de abril en la puerta principal del hotel en contra del expediente de regulación de empleo presentado por la dirección para despedir a 152 trajadores de un total de 346 personas que componen la plantilla, ahora los trabajadores han emitido un duro comunicado contra la gerencia.
La acusan de despedir a la mitad de su plantilla «aprovechándose de una legislación excepcional, justificándose en unos cambios en el mercado inventados e hipotéticos y, en todo caso temporales, para así poder pagarles una mísera indemnización que no corresponde a la que debería en situaciones normales».
En realidad, creen que la gerencia «está utilizando la pandemia para efectuar un despido masivo que debería aplicarse en situaciones estructurales y no coyunturales», aseguran los trabajadores del emblemático hotel. Y además creen que lo hace con «explicaciones vagas, sin fundamento, sin números que los avalen y sin vergüenza».
Su apertura en agosto de 2020 y la acumulación de malos resultados le sirvió para cumplir los meses necesarios para aplicar el despido masivo, según los trabajadores. Y con ironía acusan a la gerencia de tener como lema ahora: «aprovechemos la pandemia para despedir por el mínimo precio posible y ya, de paso, esclavizamos a los que se queden».
Recientemente, el sindicato CC OO también ha criticado el hecho de que se hubiera presentado un expediente de modificación sustancial de las condiciones laborales con el que se pretende un «empeoramiento de las condiciones de trabajo y un perjuicio para la salud laboral por el aumento de las cargas de trabajo». El sindicato sindicato teme que esto conlleve un deterioro de la calidad de los servicios del hotel y que eche por tierra la fama que le ha precedido como buque insignia de la hotelería madrileña al combinar las buenas condiciones laborales de su plantilla con la excelencia de sus servicios.
Ahora los trabajadores lamentan en un comunicado que hayan renunciado temporalmente a sus derechos y el hotel «ha visto una oportunidad para quitarles sus horarios, sus funciones y que su vida personal se convierta en subsidiaria de las necesidades del trabajo. No basta todo lo que han dado, quieren más, chuparles calendario de huelgas intermitente dadas las circunstancias con la idea de buscar soluciones y no se pierdan tantos puestos de trabajo.
La sospecha del sindicato es que detrás de los despidos de los 152 trabajadores se encuentra la voluntad de sustituirlos por otros externalizados que, a corto plazo, serán más baratos. Se trataría así de hacer lo mismo que el hotel ARS de Barcelona, de la misma propiedad.
«¿Dónde quedan esos años de dedicación? ¿Dónde quedarán las experiencias y vivencias de tantas vidas? Pisoteadas y despreciadas por una empresa que se jacta de cuidar a sus empleados», lamentan los empleados.