El Gobierno presiona contra los sueldos en CaixaBank
El FROB baraja votar hoy en contra de elevar los salarios de la alta dirección
La primera junta de accionistas de la nueva CaixaBank –una vez consumada su fusión con Bankia– se celebra hoy en plena polémica por la negociación del ERE con los sindicatos y por las remuneraciones y el reparto de bonus entre los altos directivos de la banca, criticados con insistencia por Gobierno y sindicatos, dada la actual situación de crisis y por los procesos de reestructuración en marcha en la práctica totalidad de la gran banca española, que puede costar casi 19.000 empleos este año, incluidas 8.300 bajas de CaixaBank.
Precisamente, uno de los puntos importantes del día será la aprobación de los nuevos sueldos de la cúpula del banco con sede en Valencia, cuyo segundo accionista –tras Criteria– es el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), entidad de titularidad pública que posee el 16,1% del accionariado a través de Bankia.
Fuentes gubernamentales han confirmado a LA RAZÓN que desde el Ministerio de Asuntos Económicos, que dirige Nadia Calviño y del que depende el FROB, se ha presionado a su representante en la Junta, Teresa Santero, para que emita un voto negativo al incremento salarial de los altos directivos. En principio, el Fondo se habría decantado por la abstención, pero la presión política pudo cambiar ayer el rumbo final de su decisión, tras la reunión de la Comisión Rectora del FROB. Lo único que parece claro es que, en ningún caso, votará a favor de una subida tras la abstención que fijó en el pasado Consejo de Administración de la entidad bancaria.
Fuentes financieras explicaron a este diario que Santero podría haber cedido a la presión ejercida desde Economía y votar hoy en contra porque, en realidad, su decisión no es decisiva y así el Gobierno puede «quedar bien ante la opinión pública».
El Gobierno no posee margen de maniobra para intentar contener estas remuneraciones, ya que no tiene suficiente peso –pese a ser el segundo accionista– y, además, los bancos son de titularidad privada y deciden las cantidades a percibir por sus directivos a través de sus Consejos de Administración y sus juntas generales, como ya ha hecho CaixaBank y realiza el resto de grandes sociedades del Ibex 35. Como defendió hace unos días Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, los sueldos de los altos directivos bancarios son «los más regulados» del mundo y recordó que la propuesta retributiva se trató en el Consejo, que «es el ámbito para abordar estas materias según la regulación europea».