Sánchez explota las vacunas como «antídoto» al 4-M
El Gobierno busca recuperar la iniciativa, apoyado en los fondos y la inmunidad de grupo
El Gobierno necesita recuperar la iniciativa, tras el varapalo electoral de las elecciones en la Comunidad de Madrid, dibujando un horizonte de reactivación que deje el 4-M en un mal sueño. El Ejecutivo quiere cambiar el paso y coger impulso con los dos hitos que van a marcar el impulso inmediato para superar las crisis económica y sanitaria derivadas del coronavirus. Por un lado, la gestión de los fondos europeos y la presentación del Plan de Recuperación y, por otro lado, la campaña de vacunación.
Después de unos inicios convulsos, vinculados a los retrasos por la provisión de dosis de AstraZeneca y los raros efectos adversos vinculados a ella, en el Gobierno han puesto toda su maquinaria a funcionar para trasladar a la sociedad un mensaje de optimismo derivado del buen avance de la campaña de vacunación. El presidente del Gobierno se marcó un calendario hace semanas que se va cumpliendo en tiempo y forma. A día de hoy, hay más de seis millones de españoles vacunados con la pauta completa, un número que el Gobierno espera elevar hasta los 10 millones en la primera semana de junio.
El objetivo es lograr que en agosto el 70% de la población esté vacunada. Un compromiso que Sánchez se ocupa de recordar en cada intervención. Sea cual sea el acto. Esto quedó de manifiesto cuando el jueves, la puesta de largo de la reforma del artículo 49 de la Constitución, quedó eclipsada por el anuncio de que España recibirá el próximo mes 13 millones de dosis de la vacuna de Pfizer. Cuatro millones más de lo previsto. Se pasará así de una entrega semanal de 1,7 millones de dosis a 2,7 millones.
Ayer, el presidente siguió con su campaña de promoción, con una visita a los laboratorios farmacéuticos del Grupo Rovi en Granada, donde se fabrica el principio activo de la vacuna Moderna. Tras recorrer las instalaciones junto a otras autoridades, Sánchez lanzó un mensaje que no encaja con el excesivo triunfalismo del buen avance de la vacunación: «No podemos bajar la guardia, el virus todavía sigue entre nosotros». El jefe del Ejecutivo apuntó, inmediatamente, que la deseada inmunidad comunitaria está «muy cerca». «La vacunación nos está llevando en línea recta hacia la inmunidad de grupo», defendió. «Los datos están ahí: estamos a la vanguardia de los países europeos, hemos administrado ya 21 millones de dosis», presumió el presidente.