Aena apenas ha recuperado el 35,8% de pasajeros de 2019

En los nueve primeros meses del ejercicio, 76,5 millones de viajeros pasaron por sus aeropuertos, que en verano funcionaron a medio gas

Los aeropuertos de Aena siguen operando a medio gas. El fin de las restricciones para viajar y la progresiva recuperación del sector aéreo todavía están lejos de devolver su actividad a los niveles previos a la pandemia. En los nueve primeros meses del año, el gestor recuperó el 35,8% del tráfico de pasajeros con respecto al mismo periodo de 2019. Hasta septiembre, pasaron por los aeropuertos de la red de Aena 76,5 millones pasajeros, se registraron 1.064.098 movimientos de aeronaves, un 41,6% menos; y se transportaron 704.533 toneladas de mercancía.

El verano tampoco sirvió para impulsar los movimientos en la red de aeropuertos como en un primer momento se esperaba por la vacunación. De junio a septiembre, la red de Aena se quedó en un 51,8% del tráfico del mismo periodo de 2019, antes de la pandemia.

Septiembre se cerró, no obstante, con un ligero repunte de actividad respecto a la época estival, con 16,3 millones de pasajeros pasajeros y 172.035 movimientos de aeronaves, lo que le supuso recuperar más del 60% del tráfico de viajeros del mismo mes de 2019.

Por aeropuertos, el que mayor número de operaciones registró el pasado mes fue el Adolfo Suárez Madrid-Barajas, con un total de 22.946 y un retroceso del 38,5% respecto a septiembre de 2019; seguido del Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, con 20.838 (-35,1%) y del de Palma de Mallorca, con 19.564 movimientos (-23,9%). En cuarta posición se situó Málaga-Costa 1,064 millones de movimientos se han registrado hasta ahora en los aeropuertos del Sol, con 12.096 (-13,8%); seguido de Ibiza, con 9.017 (-4,9%); Gran Canaria, con 8.229 (-15,8%); AlicanteElche Miguel Hernández, con 7.422 (-26,1%); Valencia, con 5.857 (-16,3%); y Tenerife Norte-Ciudad de La Laguna, con 5.397 (-14,5%).

La pasada semana, Fitch rebajó la nota de Aena y la mantuvo en perspectiva negativa en parte por la incertidumbre que atraviesa todo el sector aeroportuario después de la crisis económica del coronavirus. En la decisión de la agencia también pesó la decisión del Congreso de los Diputados de obligar a la compañía a rebajar los alquileres de sus espacios comerciales y ajustarlos a los tráficos. Una decisión que la propia compañía estima que tenga un impacto en sus cuentas de 1.500 millones de euros. La agencia de calificación considera que este lastre condicionará su recuperación durante los próximos cinco años.