Mike James casi la lía
► El Madrid mandaba por 25 en el segundo cuarto, hasta que despertó el escolta. Heurtel, Rudy y Yabusele frenaron al Mónaco
El Madrid hizo sufrir a Pablo Laso en su 54 cumpleaños. Después de mandar por 25 puntos en el segundo cuarto (44-19), el Mónaco liderado por Mike James remontó y entró en el tramo final por delante (81-83). El Madrid no tembló cuando los franceses soñaban con su tercera victoria en tres partidos. Heurtel, Rudy y Yabusele frenaron la rebelión.
Llegaba el Mónaco a Madrid después del pleno en las dos primeras jornadas. Los triunfos ante el Panathinaikos y en Kazán, sumados a la derrota del Madrid ante el Olympiacos, eran motivos suficientes para tomarse en serio a un novato en la competición. El equipo de Laso lo hizo y se aprovechó de un equipo francés que fue inofensivo en el primer cuarto de hora. El Madrid se lo pasó a lo grande. Hanga y Yabusele demostraron estar plenamente integrados en la dinámica del equipo. El húngaro y el francés le han cogido rápido el truco a los sistemas de Laso y es como si llevaran en el Madrid desde hace tiempo. Su intensidad y acierto convirtieron el primer cuarto en un concurso de tiro. Antes del primer parón el Madrid ya había anotado los mismos triples que la semana pasada en El Pireo, tres. ¿La diferencia? Ante el Mónaco llegaron después de cuatro intentos. En Grecia necesitaron 24. La carta de tiro del primer parcial era un escándalo gracias a la inexistente defensa rival: 10/13 en tiros de campo y 7/7 en tiros libres.
La inercia anotadora se prolongó en el arranque del segundo cuarto. Llegaron a ser 25 los puntos de diferencia (44-19). A los franceses les entró un ataque de dignidad y se pusieron a jugar antes del descanso. Mitrovic definió lo de sus chicos hasta entonces como una «catástrofe». Se trataba de empezar a limpiar la imagen cuanto antes y olvidarse de los complejos. La primera canasta de James animó a los suyos. Los diez puntos del estadounidense en el segundo cuarto redujeron la «catástrofe». Pero lo mejor de su repertorio estaba por llegar. Su tercer cuarto evidenció por qué es una de las grandes atracciones de la competición. Cuatro triples, pero el mérito no fue lo que anotó. Lo bueno fue cómo lo hizo. Se marcó un triple de 10 metros corriendo un contraataque cuando buscaba la falta. El resto lo hizo desde las esquinas y con su defensor, o con más de un rival, pegado a su camiseta. Los 14 puntos que sumó en el tercer parcial más la ayuda interior de Hall metieron a los franceses en la discusión (72-65). Al recital de James se sumaron más compañeros y el Mónaco se creyó lo del pleno de victorias en tres partidos. Motiejunas, Westermann y un triple de Thomas dejaron todo por decidir a falta de cuatro minutos (81-81). El Mónaco llegó a ponerse por delante (81-83), pero cuando más falta hacía James el Madrid logró contenerle. Los 24 puntos con los que llegó al final del tercer cuarto no aumentaron. Un triple de Rudy a falta de un minuto, cuando llevaba un 0/9 en los dos partidos anteriores, acabó con la imbatibilidad de los franceses.
Los franceses llegaron a ponerse por delante (81-83), pero el Madrid no dudó en los instantes decisivos