Rosell también quiere al Real Madrid fuera del «caso Negreira»
► Como Bartomeu La defensa del expresidente culé niega que el club blanco sea perjudicado porque no se le ha causado «ninguna clase de afectación patrimonial»
NiNi Bartomeu ni Sandro Rosell quieren al Real Madrid en el «caso Negreira». Al igual que ha hecho Josep Maria Bartomeu, tal y como adelantó LA RAZÓN, el también expresidente del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell no quiere que el Real Madrid ejerza la acusación y le niega la condición de perjudicado por los pagos que hizo el club catalán al entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, entre 2001 y 2018, por un montante de 7,4 millones de euros. Unos pagos por los que los dos expresidentes azulgranas están investigados, además del propio club como persona jurídica y el ex «número dos» de los árbitros españoles, por delitos de corrupción entre particulares, administración desleal o apropiación indebida y falsedad documental.
En el escrito remitido por su defensa a la jueza instructora, Silvia López Mejía –al que ha tenido acceso este periódico–, Rosell esgrime los argumentos que expuso la propia magistrada el pasado 8 de marzo para no considerar perjudicado al árbitro Xavier Estrada, cuando determinó que «los agraviados serían aquellas personas cuyo patrimonio se viera directamente afectado por las conductas punibles y también serían agraviadas las entidades que gestionan las competiciones deportivas en las cuales se produce la presunta corrupción».
Con esas exigencias, sostiene el abogado de Rosell, Pau Molins, «tampoco se le puede atribuir tal condición» al club blanco. «Ninguna de estas dos condiciones concurre en el Real Madrid», defiende. En primer lugar, explica, porque en el escrito en el que la entidad que preside Florentino Pérez solicitó su personación como acusación particular «no se menciona ninguna clase de afectación patrimonial por los presuntos hechos» delictivos que se investigan.
Y, además, añade, «no se trata tampoco de una entidad que gestione ninguna competición deportiva», una condición que sí concurre –subraya– tanto en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) como en la Liga de Fútbol Profesional (LFP), «que ya son parte en el presente procedimiento, procedimiento, precisamente en su condición de organizadoras de LaLiga y representantes de todos los clubes (y sociedades anónimas deportivas) que la conforman, entre ellos el propio Real Madrid».
«Por razones de pura coherencia» señala, «los mismos argumentos que se emplearon en su momento» por la magistrada para rechazar la acusación particular de Xavier Estrada «deberán oponerse a la pretensión del Real Madrid». A ello se añaden también, dice, razones «de orden práctico», pues los intereses de los competidores del Fútbol Club Barcelona «se encuentran ya representados por las dos entidades aludidas: RFEF y LFP».
«Admitir además la legitimación para acusar de cualquier club que en las últimas décadas haya
competido con el club azulgrana supondrá –denuncia el abogado de Sandro Rosell– una representación duplicada y redundante de tales intereses que solo contribuirá a prolongar innecesariamente la tramitación de las presentes actuaciones», vulnerando en su opinión el derecho de su cliente «a un proceso sin dilaciones indebidas».
El Real Madrid adujo la «limpieza en las competiciones deportivas» (que intenta preservar el castigo penal a la corrupción entre particulares en el ámbito deportivo) para argumentar que los presuntos beneficios arbitrales al club catalán, uno de sus «principales competidores», «indudablemente le perjudicaron».
El expresidente culé también rechaza que un socio del Real Madrid, Luis José Sáenz de Tejada, pueda acusar como perjudicado porque su condición de socio, razona, no supone que «intervenga directamente en la competición que supuestamente se ha querido alterar, ni tampoco que dicha presunta alteración le haya supuesto daño de ninguna naturaleza que permita atribuirle la condición de perjudicado».
El abogado de Rosell hace hincapié en que en el propio escrito en el que solicita ser parte no se alude a «padecimiento de ningún perjuicio concreto a resultas de los hechos que denuncia».
Y como ya hizo el abogado de Josep Maria Bartomeu, la defensa de Rosell aduce de nuevo razones de «orden práctico». «Si se reconoce a todos los socios de todos los equipos que en algún momento en las últimas décadas han competido con el Fútbol Club Barcelona en la Liga o la Copa del Rey, por no citar otras competiciones, la condición de legitimados para acusar, se estará reconociendo tal legitimación a varios centenares de miles de personas, lo que convertirá la tramitación de la presente causa en una tarea sencillamente inviable».
Y en cuanto a la petición de la Asociación para la Prevención y Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en Informática y Comunicaciones Avanzadas (Apedanica), sostiene que aunque su voluntad de personación «es muy dudosa», como ya apuntó la Fiscalía, «carecen de toda legitimación procesal, pues dichos sujetos no tienen absolutamente ninguna intervención ni relación con la competición futbolística, ni pueden considerarse perjudicados».