Meloni lanza un órdago a la UE por el desembarco de inmigrantes
► El número de llegadas respecto al año 2022 se triplica por la inestabilidad de Túnez y desborda al Gobierno italiano
Italia vuelve a ser la principal puerta de entrada a Europa a través del Mediterráneo central, que es también la ruta más mortífera. En los tres primeros meses de 2023, alcanzaron el país transalpino 28.000 migrantes irregulares, el triple que en el mismo periodo del año anterior. Solo en marzo unas 13.200 personas llegaron a las costas italianas, la mayoría procedentes de Costa de Marfil, Guinea y Pakistán, según un reciente informe de Frontex, la agencia europea para el control de fronteras.
La situación más crítica se encuentra en Lampedusa, que está desbordada por el aumento de los desembarcos en los últimos meses, pero sobre todo por el desmantelamiento del sistema de acogida que ha convertido a esta pequeña isla en un cuello de botella. La mayoría de los barcazas que llegan parten desde Túnez, un país donde a la inestabilidad política y la crisis económica se une la reciente campaña racista impulsada por el presidente Kais Said contra los inmigrantes subsaharianos, que ha multiplicado las salidas desde sus puertos hasta superar incluso los de Libia.
Con la presión migratoria en auge, la cuestión se ha vuelto a colar entre las principales preocupaciones de los italianos y está monopolizando la agenda del Gobierno de Giorgia Meloni, que la semana pasada decretó el estado de emergencia migratorio durante seis meses, tras el desembarco de 3.000 migrantes en solo tres días. La iniciativa contó con el beneplácito del titular de Interior, Matteo Piantedosi, cuya gestión del último naufragio frente a las costas de Calabria fue muy cuestionada y provocó la apertura de una investigación de la Fiscalía con el objetivo de esclarecer la respuesta de los servicios de emergencia a la catástrofe en la que murió un centenar de personas.
El fenómeno migratorio es históricamente un caballo de batalla de los partidos de derecha y ultraderecha en Italia. Durante la última campaña electoral, la líder de Hermanos de Italia prometió el «bloqueo naval» de los barcos que parten desde el norte de África. Una propuesta criticada por las organizaciones humanitarias por considerarla una violación del Derecho Internacional. Con los barcos de las ONG en el punto de mira, Meloni aspira a acelerar las iniciativas para frenar las salidas.
Como parte de esa estrategia, la primera ministra viajó este fin de semana a Etiopía para firmar acuerdos relacionados con la política migratoria. La líder de Hermanos de Italia advirtió del peligro de que lleguen a Italia 900.000 personas personas en 2023, una alarma que, según los expertos, carece de fundamento. El país transalpino está viviendo una presión migratoria similar a la de 2016 y 2017. Los números no representan «una alarma numérica, aunque sí humanitaria y operativa», sostuvo el portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Flavio Di Giacomo, que recordó que el flujo de casi cinco millones de personas que llegaron de Ucrania en tres meses fue perfectamente gestionado por la UE.
El estado de emergencia permitirá al Ejecutivo destinar cinco millones de euros para financiar la gestión del flujo de migrantes y acelerar los procesos de expulsión, pero, sobre todo, es un mensaje directo a la UE. «Italia es absolutamente incapaz de gestionar mil llegadas diarias» de migrantes, denunció el líder de la Liga, Matteo Salvini. «Es fundamental que Europa despierte e intervenga», lanzó el líder de la Liga, quien entre 2018 y 2019 impulsó una estricta política contra la inmigración irregular, que incluía el cierre de los puertos italianos a los barcos de rescate humanitarios que operan en el Mediterráneo.
El órdago de Roma fue acogido por Bruselas con tibieza. «La Comisión Europea toma nota de la declaración del estado de emergencia en Italia», señaló la portavoz de Interior, Anitta Hipper, quien rechazó comentar las medidas concretas y subrayó el avance de las negociaciones sobre el futuro Pacto europeo de Migración y Asilo. Recordó que la UE dispone de un «mecanismo voluntario de solidaridad», que permitelareubicacióndesolicitantes de asilo entre los 19 Estados.