Lo que ocurrió en Gran Hermano fue una violación
José María López condenado por una agresión sexual a una concursante dentro del reality que Telecinco dejó de emitir
LoLo que ocurrió en Gran Hermano Revolución en 2017 fue una violación. Así lo ha dictado el juzgado de lo Penal número 18 de Madrid que ha condenado al exconcursante José María López a un año y tres meses de cárcel como autor de un delito de abusos sexuales (agresión sexual con el nuevo Código Penal) cometido dentro del reality. El juez también considera que la productora Zeppelin Televisión S.A. fue responsable civil y ordena una indemnización de 6.000 euros a la víctima.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 3 al 4 de noviembre de hace seis años cuando el programa organizó una fiesta y suministró a los concursantes bebidas alcohólicas. La víctima mantenía una relación sentimental con el condenado y cuando se fue a la cama con él estaba en alto estado de embriaguez. Solo había cenado un plato de patatas fritas. Él «guiado por un ánimo libidinoso, a sabiendas del estado en el que la chica se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, le quitó los pantalones y comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de carácter sexual, pese a que ésta débilmente le dijo ‘no puedo’» según describen los hechos probados de la sentencia.
Esta acción se emitió en directo por el canal que daba el reality 24 horas, pero nunca llegó a verse en la recapitulación de vídeos del programa en «prime time». Gran Hermano expulsó al concursante ahora condenado por mal comportamiento, si bien nunca llegaron a explicar de forma explícita el porqué. Años después los vídeos se difundieron y fue entonces cuando la duda de si se había producido una violación invadió el programa de Telecinco. Los anunciantes comenzaron la estampida del espacio que llevaba más de una década en antena y la cadena dejó de emitir el formato para siempre.
El juez sitúa a Zeppelin como responsable por la manera en la que se le exhibieron las imágenes a la chica, algo que le causó ansiedad y estrés y derivó en el trastorno psicológico que ahora padece la joven. Por eso, condena a la productora al pago de la indemnización en la que también tendrá que colaborar el agresor. Él ha sido penado igualmente a cuatro años de alejamiento e incomunicación respecto de la víctima. La sentencia explica que José María López le pidió en varias ocasiones que abriera los ojos, pero ella permaneció inmóvil hasta que se dio la vuelta, quedando inconsciente. Acto seguido, el condenado «cubrió a ambos con el edredón, y comenzó a realizar sostenidamente movimientos rítmicos que denotan, canto menos, que el acusado se está masturbando en el cuerpo de la víctima».
El programa no paró
El relato describe a la mujer «en silencio en posición decúbito supino y con los ojos cerrados, apoderándose de ésta un sopor etílico que la conduciría minutos después a la inconsciencia». A pesar de todo ello, el hombre no paró y el programa tampoco intervino. Durante cuarenta minutos se prolongó la acción hasta que ella comenzó a vomitar y fue entonces cuando un miembro del programa acudió a la habitación. Las grabaciones que contenían las imágenes fueron exhibidas a la chica al día siguiente en una sala privada. El juez reprocha que estuviera allí «sola» y que fuera el ‘súper’ «sin preparación alguna acerca de lo que se le iba a mostrar, sin asistencia previa y sin ninguna cláusula contractual» que regulara el proceder.