«Las aves» se levantan contra el neoliberalismo
Hace ya cuatro años que La Calòrica sacó del nido a «Las aves» («Els Ocells»), pero desde entonces no han parado de volar. Su paso por Madrid significó tal terremoto (y había tan poco tiempo para verla y tan poco espacio para entrar) que la compañía catalana regresa con todo el gusto del mundo, esta vez, al Teatro Pavón (de hoy al 14 de mayo). Y si La Calòrica estrenó hace nada, «Las aves» de Aristófanes tienen algo más de recorrido: por 414 a.C. el dramaturgo griego denunciaba cómo los políticos instrumentalizan los problemas del pueblo para alcanzar sus objetivos individuales, y 2.500 años después se revisita esta obra para estudiar los mecanismos emocionales que hacen funcionar al populismo neoliberal y cuestionarse los motivos de su auge en la esfera internacional. Un montaje que aborda el tema en tono de comedia, de humor negro y con todo el absurdo del mundo para situar al público frente a cuestiones claves: ¿qué hemos hecho nosotros para detener al populismo? ¿Hasta qué punto somos impermeables a sus contundentes contundentes eslóganes? ¿Qué queda realmente democrático en las democracias occidentales? Son algunas de las preguntas que se esconden detrás de un argumento firmado por Joan Yago y dirigido por Israel Solà: la historia de dos atenienses adinerados que, hartos de la injerencia pública en sus asuntos particulares, abandonan el mundo de los humanos y convencen a las aves para crear una nueva civilización. En la versión de La Calòrica, el joven empresario Pistetero y su compañera Evélpides no pueden volver a casa. Tampoco se les ocurre otro lugar donde poder ir a vivir la vida cómoda, relajada y libre de impuestos que ellos anhelan, pero el encuentro accidental con una inocente abubilla en mitad del bosque les hará plantearse un cambio de estrategia: ¿y si renunciaran a su condición humana y se convirtieran en aves? O todavía mejor: ¿y si convenciesen a las aves del mundo para crear una nueva sociedad basada en los principios fundamentales del Individuo, la Propiedad y la Competencia? La empresa no será sencilla. Tendrán que convencer con un relato sólido y apasionado, deberán negociar con viejos poderes...