Otegi: un ochote etarra en Eurovisión
Diario de un viejo que le grita al televisor
Estimulado por el notable éxito de la inclusión de 44 etarras en las listas electorales de Bildu, cuentan las lenguas abertzales que Otegi se enfrenta ahora a otro gran reto: exigir a
Pedro Sánchez que Euskadi se presente en la próxima edición del festival de Eurovisión como nación independiente y con un ochote de etarras acompañado de chistu, tamboril y acordeón. El ochote es un grupo coral formado por ocho voces. Los ochotes nacieron en las tabernas vascas y son muy celebrados especialmente en los «ongi etorri», la fiesta con la que los vascos y las vascas reciben en el País Vasco a los etarras excarcelados. Además del chistu, el tamboril y el acordeón, el ochote estaría acompañado por un grupo de dantzaris con espadas y bastones que interpretarían una espatadantza vanguardista.
La canción, aún sin elegir, podría ser una especie de «Genikako Arbola» en plan folk/ country. Parece que Él aceptará con una condición: que el ochote elegido le acompañe en sus mítines por Euskadi en la campaña de las generales interpretando bilbainadas que a Él le gustan mucho como «el vino que vende Feijóo/ ni es blanco ni es tinto/ ni tiene color…» o «La del pañuelo rojo», zortzico que Begoña (bilbaína) le cantaba a Él cuando eran novios. No habrá problemas, faltaría más. Otegi aspira a que las puertas giratorias de Bildu trasciendan la política y alcancen la faceta musical, pues Euskadi es una nación cantora por excelencia.
Con este proyecto del ochote etarra cantando ante Europa, Otegi querría demostrar que la integración de los exterroristas en la sociedad vasca, europea y universal es plena y que la tarea de rehabilitación de Bildu es ejemplar. Futuro premio Nobel de la Paz o así, le grito al televisor.