Pepe Viyuela presenta un Jardiel sin filtros
Escrita y dirigida por Ramón Paso, bisnieto del protagonista, la pieza «no da una imagen dulcificada» del dramaturgo, afirman
EstoEsto no es una función de Enrique Jardiel Poncela, sino «sobre Jardiel», avisa Pepe Viyuela, encargado en esta ocasión de introducirse en la piel del autor de Eloísa está debajo de un almendro. El intérprete toma la responsabilidad de subir a las tablas «a la persona», que «no al personaje», en una función («Jardiel enamorado», en el Teatro Infanta Isabel) escrita y dirigida por Ramón Paso, bisnieto del protagonista de esta historia.
«Al estar escrita por alguien de la familia confío mucho en ella. Ramón ha dialogado con otros miembros y cuando le han desmentido ha rectificado si era necesario porque no querían dar gato por liebre. Tenemos buen material». Aun así, «no todo lo que se utiliza es cierto, son cosas bien traídas para ilustrar momentos de su vida», reconoce un Viyuela que asegura que es un montaje «honesto»: «No da una imagen dulcificada de Jardiel». Se muestra al escritor «divertido y extrovertido» de sus funciones, pero también se señalan sus partes «sus oscuridades y sus dolores», apunta el intérprete. «Esto no es una comedia, sino una tragicomedia».
El infierno sin Josefina
Acusado de misógino en más de una ocasión, Pepe Viyuela rompe una lanza en favor del autor sin tratar de justificarle: «No sé si tanto, pero sí vemos tics machistas que parecen gestos de sentirse superior». A pesar de ello, continúa, «idolatraba a las mujeres». Aunque a ninguna la quiso tanto como a Josefina Peñalver (interpretada por Ángela Peirat). Su ruptura lo mató en vida. Según su familia, «nunca lo superó». «Vivió pensando en ella. Enamoradísimo y esperando un reencuentro» imposible. La vida se le hizo cuesta arriba sin Josefina. Murió solo y arruinado; el dolor se abrió paso. La medicación lo enajenó, y es en esa nebulosa en la que se mueve el texto de Paso: Madrid, 1926, el prometedor escritor cómico Enrique Jardiel Poncela ha conocido conocido a Josefina Peñalver, caricaturista, cantante, bailarina... y el amor de su vida. Hasta 1951, cuando ya consagrado, muere lamentando una única cosa en toda su vida: su ruptura con Josefina. Y entre uno y otro momento, la vida singular de un hombre tan bajito como extraordinario.
Y entre tanto claroscuro la pregunta es evidente: ¿quién fue don Enrique Jardiel Poncela? Viyuela, sintetiza: «¡Ese pequeño hombre!». «Fue un genio caótico lleno de contradicciones –amplía Paso–, espectacularmente... humano. Un humano que despreciaba la humanidad. Fue un innovador, fascinado por la risa, enamorado de la vida y de las mujeres, con un vuelo muy alto que se cortó cuando empezaba a coger altura real».
En esas, como explica el actor, Jardiel enamorado no trata de buscar cuáles eran los mecanismos que el dramaturgo empleaba para desarrollar su capacidad humorística, «sino entrar dentro de su personalidad, historia, de lo que vivió, sufrió o le encantó». Para Viyuela, el sabor del montaje es «agridulce», pero, sobre todo, «tierno».
También se aborda el flirteo del madrileño con Hollywood. Un mundo que «en sí, no me interesa gran cosa», confesó en alguna ocasión. Jardiel fue un hombre de teatro, como también apoya Pepe Viyuela: «Probó en la meca del cine, pero decidió optar por algo más artesanal, lo que le fascinaba, que era el teatro. No le gustaba estar tan pendiente de los avatares económicos. En el cine se sentía un eslabón más, en el teatro era un factótum. Escribía, pensaba... Era más dios, más director, más jefe. Se sentía más dueño».
Lidió Jardiel con le eterna «crisis» teatral. Nunca creyó en ella. «Si existe», decía, «debe ser tan vieja que se ha convertido en un tópico». Desde pequeño oyó esos lamentos y nunca les hizo demasiado caso. Se alinea Viyuela con su personaje: «No sé si llamarlo “crisis”. Sí existe si miramos desde el punto de vista de los actores, donde hay una precariedad grande, pero no la veo en la esencia; tiene una capacidad de supervivencia infinita. Nos lleva acompañando miles de años y han surgido nuevas formas de expresión que no han podido con él. Lejos de que la televisión, el cine, las redes o las pantallas acabaran con el teatro, lo han reafirmado».
DÓNDE: Teatro Infanta Isabel, Madrid. CUÁNDO: desde hoy. CUÁNTO: desde 15 euros.