Cotino amañó el concurso de las ITV valencianas
► El sobrino del exdirector de la Policía pagó 640.000 euros al jefe de gabinete de Zaplana y a un amigo de este
Vicente Cotino, sobrino del expresidente de Les Corts Valencianes y exdirector general de la Policía Nacional, Juan Cotino, muerto por coronavirus durante la pandemia, reconoció ayer que su tío medió para que el concurso para la privatización de la gestión de las plantas de ITV en la Comunitat Valenciana fuera adjudicada a una empresa en la que participaba Sedesa, empresa familiar de la familia Cotino, y que se ha visto envuelta en otras causas de corrupción.
En el mismo sentido se expresó también Juan Francisco García, exjefe de gabinete de Eduardo Zaplana en la Generalitat Valenciana que relató como Cotino le dijo en 1997 que estaba interesado en esa adjudicación, durante la celebración de la vista de la causa Erial que procesa a Eduardo Eduardo Zaplana y catorce imputados más. Así, Vicente Cotino reconoció que la adjudicación de la gestión de las ITV estuvo «predeterminada» es decir, amañada, por su tío, y que para ello se constituyeron en Luxemburgo dos sociedades, Imison y Femix, por valor de 640.000 euros, cantidad que fue trasladada por el propio Juan Cotino a Luxemburgo en 2001.
Más tarde, en 2005, con estas sociedades se pagó el «preacuerdo para la adjudicación predeterminada» que se había alcanzado en 1997, y por ello se puso una a nombre de Juan Francisco García (Fenix), jefe de gabinete de Zaplana, y otra para el presunto testaferro del expresidente Zaplana, Joaquín Barceló (Imison).
Por su parte, el que fuera jefe de gabinete de Eduardo Zaplana, Juan Francisco García, admitió a preguntas del fiscal que la adjudicación de las ITV estuvo predeterminada para que se le adjudicada a Sedesa, empresa de Juan Cotino. García relató que «Juan Cotino me trasmite el especial interés del grupo Sedesa por presentarse y ser adjudicataria dentro de los lotes que se iban a plantear. Esto me lo traslada en enero de 1997. Yo me reúno entre enero de 1997 y el 8 de mayo con José Vicente Álvarez, del departamenLa to financiero de Sedesa, donde vamos revisando las posibilidades de los pliegos de condiciones para evitar cualquier circunstancia que pudiera imposibilitar la presentación de Sedesa».
Describió que «se confeccionaban los pliegos para que tuviera los menores problemas posibles y estuviera en situación de ventaja, pero no se podía asegurar, porque el concurso estuvo ajustado y se aplicaron las circunstancias legales. Pero sí estaba en situación de ventaja».
También dijo que «cuando Juan Cotino me trasmite el interés fue en presencia de Zaplana, y luego lo hemos comentado en pocas ocasiones, el día después de la adjudicación, una vez que se resolvió el concurso», pero en ningún momento explicitó que Zaplana cobrara por esa adjudicación.
A preguntas del fiscal explicó asimismo que «el 30 por ciento de la compañía adjudicataria quedaba en poder de Imison y Fenix. Para que luego Imison pasara a Joaquín Barceló, íntimo amigo de Zaplaan; y Fenix a Juan Francisco» y dijo que «eso me lo trasmite Cotino, que íbamos a tener una parte de la empresa adjudicataria».
También negó la declaración de Barceló en la que dice que García regaló dos millones a Zaplana.