Colegio Diocesano Santo Domingo
Un proyecto educativo centrado en la persona
EnEn el colegio diocesano Santo Domingo de Orihuela partimos de una filosofía de la educación bien definida marcada por tres principios fundamentales: el primero, fundado en la larga tradición educativa católica de nuestra institución que delimita nuestro objetivo fundamental en educar personas en el humanismo cristiano. Un segundo principio viene dado por la necesidad de dar respuesta a los desafíos que nos plantea el mundo actual, formando personas capaces de transformarlo con su acción. El tercer principio hace hincapié en nuestra concepción de la escuela como un laboratorio metodológico en el que estamos en disposición de probar y aplicar sensatamente todas aquellas experiencias y metodologías que han demostrado ser eficaces en el ámbito educativo. Proyecto educativo
Ofrecemos a nuestras familias un proyecto educativo de centro en el que podemos destacar algunos rasgos definitorios: - Programaciones competenciales verticales, a través de las que se garantiza la linealidad y la cohesión entre las distintas etapas educativas que cohabitan en nuestro centro: infantil, primaria, secundaria y bachillerato. - Proyectos interdisciplinares y transdisciplinares que aseguran la transversalidad a la hora de implementar nuestras grandes líneas estratégicas.
- Proyectos de aprendizaje-servicio que colocan a nuestros alumnos en disposición de realizar acciones transformadoras de su entorno, inspiradas en el humanismo cristiano.
- Programa de aprendizaje de lenguas integral, con refuerzo extraescolar, codocencia con profesores nativos, asistencia a pruebas de certificación externas y viajes de inmersión lingüística. - Propuesta de educación personalizadora cuyo éxito radica en acompañar a cada alumno en la construcción de su propio itinerario de formación. Nuestra cultura sistemática de análisis, revisión y evaluación de resultados convierte a este proyecto educativo en un proyecto vivo que se encuentra en constante transformación para dar respuesta a los verdaderos problemas de la educación. Desde los principios, virtudes y valores humanos
Proponemos como meta y fin último desarrollar un programa de ser persona basado en el desarrollo integral y armónico de todas las capacidades del ser humano. Consideramos que para alcanzar los fines de la educación se requiere avanzar en otros fines intermedios tales como la promoción de los tres lenguajes: mente, corazón y manos. El de la cabeza enseñando a pensar, con sentido crítico en busca de la verdad; el del corazón, enseñando a querer bien, madurando la afectividad con actitud solidaria fraterna; y el de las manos, fortaleciendo la voluntad ante las debilidades.
Esta concepción antropológica exige que todas las facultades del alumno sean cualificadas por medio de las virtudes, que son las que en última instancia engendran valores e impulsan en la búsqueda de verdades que modelan las actitudes.
Nuestro programa de ser persona se materializa en la elaboración guiada y acompañada por parte de cada alumno de su propio Proyecto Personal de Vida, instrumento que persigue hacerle pensar su propia vida para que sea capaz de dirigir su ser hacia las metas que en libertad se proponga. Cultivo de una vida espiritual cristiana
Como escuela católica promovemos, respetando el método de las ciencias y los procesos personales, que el alumno asimile críticamente la cultura, ensanchando su razón y abriéndola a la trascendencia, para encontrar así la respuesta a las grandes preguntas de la existencia.
Proponemos vivir la vida como vocación para que, conociendo la verdad y el significado último de las cosas, el alumno sepa decidir bien su camino en una sana síntesis de fe, cultura y vida. Todo esto tiene como fin contribuir al desarrollo de su propia personalidad, garantizándole una vida feliz.
Para ello, el colegio ofrece la vivencia de una sana y joven espiritualidad cristiana vivida y celebrada, que desarrolla la Gracia recibida en el Bautismo, por la que todas las dimensiones de la persona son elevadas hacia la perfección del Creador. Relación educativa
En el colegio diocesano Santo Domingo ponemos en el centro de nuestro proyecto educativo la relación entre el docente y el alumno. Pensamos que no se puede dejar de lado el papel del profesor como transmisor de contenidos científicos, transmisor de una cultura y finalmente, pero no menos importante, transmisor de una determinada antropología, unos valores y una forma de estar y comprender el mundo que viene determinada por su propia experiencia vital y su condición de educador cristiano.
Siendo conscientes de este papel fundamental del profesor en la relación educativa, nuestro proyecto educativo diseña itinerarios de formación personalizados para el docente, encaminados a que este pueda profundizar en su vocación profesional, en su desarrollo humano y en su espiritualidad.
En la medida en que sepamos conjugar los intereses del educando y el papel del educador como transmisor de unos contenidos y unos determinados valores, podremos hablar de una experiencia educativa de aprendizaje pleno que posibilite la inserción del alumno en la sociedad con un espíritu crítico y unas herramientas que le faciliten la consecución de sus metas.
Nuestro Proyecto Personal de Vida puede ser una herramienta muy potente y útil no solo desde el punto de vista humanístico y espiritual sino también desde el punto de vista académico, en la medida en que enfrenta al alumno con su propio yo a través del autoconocimiento, con sus fortalezas y sus debilidades, con sus expectativas, metas y objetivos y, por tanto, con sus intereses más profundos.