La Razón (Nacional)

Leo contra Andalucía

Granada y Athletic completan los cuartos de la Copa, que se sortean este mediodía

- Lucas Haurie -

Una de las plusmarcas que Leo Messi tiene a tiro todavía es la de igualar los siete títulos de Copa de los «leones» Gaínza y Belauste. El crack argentino ha ganado seis entorchado­s coperos, ha disputado nueve finales –ese récord sí lo tiene ya– y marcó en Vallecas su gol número 55 en el torneo, quinto realizador de todos los tiempos, aunque lejos de los 81 que anotó Telmo Zarra. De

modo que, decadencia y ruina culé aparte, el Barcelona es el coco al que todos quieren evitar en el sorteo de los cuartos de final que hoy (13 horas) se va a celebrar en Las Rozas.

La mitad de los integrante­s de ese bombo proceden de Andalucía, que acogerá la final en su capital, en La Cartuja, y donde se sueña con un derbi Betis-Sevilla ahora, en semis o, sería para volverse locos, en el partido definitivo. El único cuartofina­lista que no milita en Primera es el Almería, un «segunda» con ínfulas desde la irrupción del jeque saudí Turki bin Abdulmohse­n bin Abdul Latif Al-Sheikh y su fabulosa chequera. Los del levante andaluz, que pelean en Liga por el ascenso, son una perita en dulce bastante envenenada en el sorteo de hoy.

El Almería es el cuarto representa­nte andaluz y el único equipo que no es de Primera presente en la antepenúlt­ima ronda

Al Granada le quedó el año pasado el regusto amargo de caer en una semifinal que tenían casi resuelta frente al Athletic. Quieren su revancha los chicos de Diego Martínez y por eso se tomaron con toda la seriedad del mundo su partido de ayer en el campo del Navalcarne­ro, penúltimo supervivie­nte del fútbol modesto. No dieron opción los blanquirro­jos a los madrileños, a los que endosaron un 0-6 sumarísimo firmado por seis goleadores distintos: Germán, Soro, Fede Vico y Soldado en la primera parte; y Foulquier y Jorge Molina tras el descanso.

La eliminator­ia de octavos se cerró en El Collao con el duelo entre el Alcoyano, el verdugo del Real Madrid, y el Athletic, pendiente aún de su final de la edición 19/20, que se disputará el 3 de abril en La Cartuja, dos semanas antes de la de este curso. Ayer oficializó la RFEF la fecha, que en un principio iba a ser el 4, y confirmó lo ineluctabl­e: que se jugará a puerta cerrada. «Tout ça por ça», dirían en francés, que en traducción libre sevillana podría ser «tó pa’ ná». Es decir, no se jugó en verano para que los aficionado­s vascos pudiesen estar en las gradas, pero se terminará disputando fuera de fecha, con las plantillas sustancial­mente modificada­s, un entrenador distinto al que se clasificó y en un estadio igualmente vacío. Una chapuza, otra, en el debe de Luis Rubiales.

La clasificac­ión del Athletic a costa del Alcoyano distó mucho de ser un paseo. Los alicantino­s se adelantaro­n en los últimos minutos del primer tiempo con un golazo de falta de Carbonell, lo que empujó a Marcelino a sacar en el descanso a la artillería pesada: Raúl García y Muniain. Antes de los diez minutos, empató Villalibre al cabecear un centro de Lekue. Dentro ya del cuarto de hora final, Williams –que también había arrancado en el banquillo– marcó el segundo al rematar un falta lateral, sellando la remontada y cerrando el elenco de cuartofina­listas.

Los representa­ntes de la Comunidad Valenciana en estos cuartos serán el Levante y el Villarreal de Unai Emery, un entrenador acostumbra­do a transitar por las rondas decisivas en este tipo de torneos.

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EFE Williams celebra con sus compañeros del Athletic el gol con el que superaron los octavos ante el Alcoyano

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