¿Un error estratégico?
¿La condena de tres años y medio al líder opositor, Alexei Navalni, puede convertirse en un combustible que incendie las calles de Rusia contra la sentencia?
No parece que más allá de las grandes ciudades como San Petersburgo y Moscú y alguna otra capital, vaya a haber movilizaciones por esta razón. Es cierto que el régimen ruso se encuentra en un momento de muy baja popularidad según las encuestas de opinión, pero no es menos cierto, que no existe una oposición real al Kremlin con capacidad de hacer frente al liderazgo del presidente, Vladimir Putin.
¿Puede el Kremlin estar cometiendo un error estratégico con la detención y condena del dirigente opositor?
No es la primera vez que Putin encarcela a Alexei Navalni, si bien es verdad que es nunca fue por un periodo de tiempo tan dilatado como lo que solicita ahora la fiscalía. Quizás esto haga que haya una mayor movilización tanto en el ámbito doméstico como en el internacional.
Las protestas del pasado 23 de enero han sido las más multitudinarias desde que Putin tomó el poder en 2000. ¿Planea la sombra de Minks sobre Moscú?
No parece que ni el régimen, ni la forma de protesta sean similares. Llevamos años escuchando como cada vez son más multitudinarias las protestas en Rusia, pero siempre terminan siendo controladas. En 2019 ya hubo cientos de detenciones de opositores al régimen de Putin, detenciones que se incrementaron a medida que las elecciones locales se aproximaban. El propio Navalni permaneció en la cárcel durante las últimas elecciones presidenciales rusas. Sin duda Putin puede estar preocupado por el incremento de la movilización ciudadana provocada por las protestas contra la corrupción, pero sabe que no existe en la actualidad una oposición que pueda hacerle frente.
Sorprendió el alcance de las últimas manifestaciones. Se registraron protestas desde ciudades remotas de Siberia hasta la capital. ¿La figura del líder opositor es ahora más conocida en Rusia a raíz de su envenenamiento con Novichok el pasado verano?
Probablemente, Alexei Navalni antes de su envenenamiento estaba llevando a cabo una campaña de difusión de su movimiento que le llevó a atravesar todo el territorio.
Los manifestantes no responden a un perfil único. En las protestas se concentran seguidores del opositor ruso pero también ciudadanos sin afiliación política cansados con la corrupción de la clase dirigente después de dos décadas. ¿Cómo de generalizado es este descontento y hasta qué punto pone el peligro al régimen?
Efectivamente, hay cada vez más gente descontenta, pero no considero que, por el momento, esté en peligro el liderazgo de Putin.