Los hoteleros dan por perdida la Semana Santa y se temen lo peor en verano
Uno de los sectores que más está sufriendo las consecuencias económicas de esta crisis sanitaria es el hotelero. La imposibilidad de desplazarse por España debido a las restricciones y las limitaciones existentes, también para los turistas extranjeros, está provocando un destrozo en el sector que aún está por determinarse.
Castilla y León cuenta con alrededor de 800 establecimientos hoteleros que dan trabajo a más de doce mil personas, la mayoría son alojamientos familiares, pequeñas y medianas empresas que no forman parte de las grandes cadenas hoteleras, «que están subsistiendo como pueden y a duras penas», advierte el presidente de la Asociación de Hoteles de Castilla y León, Carlos Díaz, quien urge a las administraciones central y regional a poner en marcha algún plan con ayudas directas y específicas para un sector fundamental para la economía que «agoniza» y que cuando todo vuelva a la normalidad «podría estar desaparecido».
De hecho, los hoteleros de esta Comunidad dan por perdida la Semana Santa, con lo que ello conlleva para ellos dado que Castilla y León es uno de los destinos preferidos en esa época, pero, lo que es peor, se temen que el verano seguirá por el mismo camino si se mantiene la tendencia actual de inmunización frente al virus, sin apenas dosis y con problemas de suministro por parte de las farmacéuticas.
Por ello, urgen principalmente al Gobierno autonómico a que aborde la pandemia no solo desde el punto de vista sanitario y de la salud y consensúe con ellos un plan de rescate para el sector ya que, advierte, «hasta el momento no hemos recibido nada y miles de empleos están en juego en los próximos meses».