«The Crown» se crece gracias al fantasma de Lady Di
El escaso seguimiento de «Ozark» y el olvido práctico de «El Mandaloriano» dejan vía libre al primer Globo para la serie
A lo largo de tres irregulares temporadas, el potaje inglés que es «The Crown» se había ido cocinando a fuego lento. Bastaron, eso sí, unas imágenes, a modo de tentempié, de Emma Corrin caracterizada como Diana de Gales para que el impacto cultural de la serie alcanzase las cotas de popularidad que la han encumbrando. Si encima lo sazonábamos con Olivia Colman en el papel de la Reina y Gillian Anderson para personificar a la Dama de Hierro, el plato hasta se hacía comestible y apetitoso.
Así lo han debido pensar también los votantes de los Globos de Oro, que han convertido a la serie de Netflix no solo en la más nominada, con presencia en seis categorías, sino también en la gran favorita para hacerse con el galardón a la Mejor Serie de Drama en un año sin apenas rivales de peso. El camino de «El Mandaloriano» empieza y acaba en esta categoría y propuestas excelentes como «Ozark» o «Lovecraft Country» no pueden competir con el terremoto «pop» que significa imaginarse a Lady Di en alta definición. Si atendemos a los postres en forma de reparto equitativo en la comedia, la casi desconocida en España «Schitt’s Creek» (rescatada ahora en el catálogo de Movistar+) es la gran triunfadora gracias a su excepcional última temporada. Quizá «Ted Lasso», con un Jason Sudeikis también nominado en lo actoral, pueda hacerle sombra, pero es complicado cuando uno se puede permitir sentarse, con sus cinco nominaciones, en la misma mesa de favoritos que la Reina de Inglaterra. Para los compiladores de curiosidades queda la nominación entre las mejores de «Emily «Emily in Paris», la desinformada ficción que puso de los nervios al país vecino con sus tópicos.
Si bien la categoría televisiva de los Globos de Oro también se podría resumir, como la de cine, en un Netflix con notas de plataforma y textura de sofá de casa, no es menos cierto que el trabajo de curación se entiende mucho más completo al estar pendientes también de las series limitadas y las películas para televisión. Así, ese triunfo audiovisual que es «Small Axe», el compendio de mediometrajes de Barry Jenkins en clave racial, debería alzarse con el premio a Mejor Mini-Serie siempre que se lo permitan la brillante «Normal People», «The Undoing», «Unorthodox» o la celebrada «Gambito de Dama» en lo que solo puede explicarse como la categoría con más calidad de entre las 25 que dan cuerpo a los galardones.
La moda del ajedrez
Precisamente la protagonista de esta última serie que tanto ha relanzado la práctica del ajedrez entre los más jóvenes, la angloargentina Anya Taylor-Joy, se desmarca del rebaño con su nominación a Mejor Actriz en Mini-Serie que, además, complementa a la que ha amarrado en las categorías de cine por su papel en «Emma».
Superado ya el cargante debate sobre las series, el cine y las «películas de ocho horas», unas nominaciones que se acuerdan de «Better Call Saul» o «La extraordinaria playlist de Zoey», por excéntricas que puedan resultar para asegurarse una buena alfombra roja, siempre serán unas gustosas nominaciones.