La OMS confirma al murciélago como origen y no la mano humana
El coronavirus contagiaba a los habitantes de Wuhan desde finales de noviembre
El SARS-CoV-2 se extendió entre la gente que «estaba, vivía, trabajaba y visitaba el mercado de Huanan»
El virus SARS-CoV-2 no se creó en un laboratorio. Así de concluyentes se mostraron ayer los componentes de la misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) enviada al centro del misterio, Wuhan. Tras pasar una cuarentena y 10 días de visitas y encuentros en la ciudad, el jefe del equipo, el especialista en Seguridad Alimentaria y Enfermedades Animales danés Peter Ben Embarek, encabezó una multitudinaria rueda de prensa en la que consideró «extremadamente improbable» que el virus se hubiese escapado de un laboratorio. Su declaración se basa, en parte, en los a su juicio «estrictos protocolos de seguridad» del laboratorio P4 del Instituto de Virología de Wuhan, de donde los norteamericanos decían que se había «fugado» el coronavirus.
Los especialistas de la OMS sí apuntan a un sospechoso habitual, el murciélago. «Todo señala a una reserva de este virus, o de un virus similar, en poblaciones de murciélagos». Pero en Wuhan y alrededores no hay colonias de este animal, así que, explicó, intentaron encontrar otras especies animales que pudieron contribuir a introducir el virus –léase el pangolín– en la ciudad. Pero no hubo suerte. «No parece que hubiera una gran circulación del virus en ninguna especie animal en el país», señaló Ben Embarek.
Los enviados de la OMS también confirmaron que el epicentro del seísmo se situó en el mercado de Huanan. «Se extendió entre la gente que estaba, vivía, trabajaba y visitaba el mercado. Todavía se desconoce cómo se introdujo y se propagó dentro de allí. Sabemos que también hubo propagación entre personas que no estaban vinculados a este mercado», explicó Peter Ben Embarek.
Otro dato relevante: el virus contagiaba a los habitantes de Wuhan desde noviembre de 2019. «A principios de diciembre empezó con unos pocos casos esporádicos, lo que evidencia que probablemente se infectaron a principios de mes o a finales de noviembre», explicó el líder del grupo, quien resaltó la necesidad de seguir investigando los casos iniciales explorando sus muestras de sangre.
El experto ha explicado que la OMS baraja hipótesis sobre cómo el virus de la covid saltó a los humanos. Una, que un animal lo transmitiera a un humano. Otra, que del murciélago pasase a especies animales intermediarias con un segundo animal involucrado. «Nuestros hallazgos iniciales sugieren que la vía del animal intermedio es la más probable y la que requerirá más estudios específicos. Trabajamos con la hipótesis de que habría sido introducido por una persona infectada y que luego se extendiera a otras en el mercado. Pero también podría ser a través de animales salvajes de granja congelados. Se sabe que algunas de estas especies son susceptibles a este tipo de virus», pormenorizó el danés Embarek.
Mientras la OMS mostraba sus hallazgos en China, un nuevo estudio dirigido por científicos de la Escuela de Medicina DukeNUS (Singapur) y la Universidad Chulalongkorn (Tailandia) confirmaba que murciélagos y pangolines del sudeste asiático albergancoronavirusrelacionados con el SARS-CoV-2, trabajo publicado en la revista «Nature Communications».
Los expertos examinaron murciélagos Rhinolophus en una cueva tailandesa, detectando anticuerpos neutralizantes del virus SARS-CoV-2 en murciélagos de la misma colonia y en un pangolín en un puesto de control de vida silvestre en el sur de Tailandia.
A pesar de todas estas informaciones, las autoridades chinas siguen manteniendo que el virus llegó a su país desde otra parte del mundo viajando en alimentos congelados como, por ejemplo, bacalao y gambas.