El independentismo supera el 50% de los votos
Transcurridos 25 meses desde las elecciones autonómicas catalanas de 2017, las cuartas desde que en 2010 el entonces presidente Artur Mas diera comienzo al proceso independentista fallido, el difícil camino hacia el entendimiento suma un nuevo capítulo. Hasta ahora, los independentistas sumaban 70 diputados en el Parlament, frente a los 65 de los constitucionalistas. Solo están separados por una mínima diferencia de cinco representantes en una Cámara que se compone de 135 escaños, por lo que la mayoría absoluta se logra con 68.
Por bloques, el independentismo refuerza ahora su mayoría. La suma de ERC (21,35 por ciento), JxCat (20,12), CUP (6,70) y PdeCat (2,72) llega al 50,85 por ciento de los votos, mientras que el grupo no secesionista se queda en el 46,91 con esta relación de fuerzas al 98,65 por ciento escrutado: PSC (22,98), Vox (7,67), ECP (6,86), Ciudadanos (5,56), y PP (3,84).
Esquerra, Junts y la CUP –el PDeCAT no logra asientos– alcanzan los 74 escaños. En el otro lado, son 61 parlamentarios los ocupantes del Parlament.
El bloque de los secesionistas ha logrado 1.423.045 votos que, comparados con los 2.079.340 de hace cuatro años arrojan un saldo negativo de 656.295 ciudadanos perdidos para la causa a favor de la ruptura con el Gobierno central.
En el otro lado, los partidos unionistas o también llamados constitucionalistas, han sumado ayer 1.313.738 papeletas, muy por debajo del recuento logrado en 2017, que ascendió a 2.228.421 votos. Por el camino se han dejado 914.683 seguidores. Todo indicaba que el mapa posterior a las elecciones de este domingo volvería a ser un complicado puzle que fuerce una vez más a todos los partidos a un entendimiento que evite otra legislatura marcada por los enfrentamientos.
Al igual que no fueron una solución las urnas de diciembre de 2017 para superar la aplicación del artículo 155 el mes anterior, aquel octubre de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), tampoco ahora unas elecciones regionales parece que vayan a resolver el conflicto de convivencia y el declive general de Cataluña iniciado por los sediciosos.
En este difícil equilibrio de fuerzas, desde las elecciones de 1980 los no independentistas han ganado en nueve de los doce comicios celebrados hasta la fecha. Lo hicieron ese primer año – 63,2%–, repitieron en 1988 –50,1–y lo consiguieron desde 1999 –50,6; 52,6; 54,4; 51,3; 52,1; 52,2 y 52,5– hasta la cita de 2017. El bloque independentista lo logró en 1984 –51,2– ; 1992 – 54,2– y 1995 –50,4–. Además de los comicios de ayer, donde hicieron posible su reválida décadas después.
Los vetos entre partidos y el muro infranqueable que supone la cuestión independentista, enquistada en las formaciones catalanas desde hace décadas, han provocado un bloqueo institucional marcado por el «procés» en una sociedad apuntalada en dos bloques irreconciliables.
Mientras en Cataluña se sucedían estos años presidentes en el cargo, coaliciones de gobierno incapaces de sostenerse en el poder, más una declaración fallida de independencia, con posterior encarcelamiento y huida de sus responsables y hasta una intervención de la autonomía –mediante la aplicación por parte del Gobierno de Mariano Rajoy del artículo 155– , la sociedad catalana se ha ido petrificando en dos trincheras.
La consagración del constitucionalismo en las pasadas elecciones, no hace ni cuatro años, gracias al triunfo de la actual líder nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, parece ahora un espejismo en un tablero donde sí ha triunfado al ser capaz de mantenerse el independentista. A ERC le ha ido levemente mejor, a JxCat algo peor y a la CUP bastante mejor, en comparación con los resultados de 2017.
Salvador Illa habría conseguido lo mismo que Arrimadas, una victoria estéril, ya que los bloques en los que está instalada desde hace años la política catalana permanecen casi inalterados en el tiempo. A diferencia de la líder del partido naranja, el candidato del PSC ha anunciado que se presentará a la investidura.
Los secesionistas logran 1.423.045 votos, 656.295 papeletas menos que en la cita de hace cuatro años
Los unionistas suman 1.313.738 papeletas, muy por debajo del recuento logrado en 2017, que ascendió a 2.228.421