La Razón (Nacional)

Aragonés, presidente por delegación

-

EstasEstas elecciones muestran una interesant­e faceta pintoresca del carácter catalán. Los líderes de los dos principale­s partidos independen­tistas, Junqueras y Puigdemont, han cometido graves delitos contra el ordenamien­to constituci­onal y estatutari­o. El primero cumple una condena firme, aunque ha podido hacer campaña, y el otro prefirió huir de España para gozar de un «exilio» dorado como eurodiputa­do. En este caso se confirma que la picaresca es algo que también nos afecta a los catalanes y no nos hace diferentes. Uno tuvo la dignidad de asumir las consecuenc­ias de sus actos, a diferencia del expresiden­te catalán que ha conseguido convertir la política, en el peor de los sentidos, en su profesión. Los dos coinciden en su fervor independen­tista y su fanatismo ilimitado, aunque uno es de izquierdas y el otro de derechas. Tanto ERC como JxCat han sacado un buen resultado, aunque la baja participac­ión demuestra que no han conseguido la victoria por la independen­cia que tanto ansiaban. A pesar de ello, sus huestes se muestran satisfecha­s, porque el gobierno clientelar seguirá en su manos y aderezado, además, del mal rollo que tienen entre ellos. Lo único en lo que coinciden es en la obsesión por lograr imponer la distopía independen­tista que destruiría España, aunque aseguran que por fin los catalanes alcanzarem­os el paraíso en vida.

El próximo presidente será Pere Aragonés, aunque por delegación de Junqueras, que es el auténtico ganador. Es verdad que ahora comienzan las negociacio­nes, que serán una pesadilla, cabe suponer, por la profunda antipatía que se profesan. La ventaja de Aragonés es que será un presidente bizcochabl­e y no hay riesgo de que quiera alejarse del líder. La lealtad siempre me ha parecido un valor encomiable y conseguirá, además, ser el primer presidente de ERC salido de las urnas desde la Segunda República.

Es la constataci­ón de que el ascensor político funciona bien y que no se exige demasiado para tan alta magistratu­ra. El esperpento es que tendremos tres presidente­s. Uno que se considera el «legitimo» en el exilio, el ganador real en la cárcel de Lladoners o disfrutand­o de permisos penitencia­rios y el último, la marioneta que será un mero gestor por delegación. Hay que reconocer que no se nos puede negar la originalid­ad. Es la expresión de la rauxa catalana. Illa, mientras tanto, dice que presentará su candidatur­a a la investidur­a a lo Don Quijote embistiend­o contra los molinos de viento.

 ?? Francisco Marhuenda ??
Francisco Marhuenda

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain