Aena-Enaire: 163 millones en alquileres y sin sede a la vista
La caída de ingresos por la pandemia retrasa su traslado a Barajas
La pandemia no solo ha provocado la peor crisis de la historia para las aerolíneas sino también para los aeropuertos. Y los españoles no son una excepción. Los aviones no vuelan y sin aviones, no hay ingresos. En el caso del gestor aeroportuario español, Aena, esa falta de ingresos ha puesto en jaque no sólo sus cuentas actuales sino también algunos de sus planes de desarrollo. Especialmente, el inmobiliario. Su congelación ha supuesto que la compañía tenga que meter en el congelador el proyecto para la construcción de una sede en el entorno del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, lo que le obligará a seguir pagando alquileres para mantener sus sedes, como ha hecho hasta ahora. Algo que también le ocurrirá a Enaire.
Según una respuesta parlamentaria del Gobierno a preguntas el senador del Grupo Parlamentario Izquierda Confederal Carles Mulet, ambas compañías han abonado 163 millones de euros de forma conjunta desde 1990 en concepto de alquileres para ubicar sus dependencias. Es decir, una media de 8,15 millones de euros anuales. El año pasado, por ejemplo, Aena desembolsó 3,6 millones por el arrendamiento de una parte del edificio Piovera Azul.
Para acabar con estos gastos, en los planes de ambas compañías, que durante muchos años fueron la misma hasta su escisión en 2014; está la construcción de dos sedes corporativas en el entorno del aeropuerto madrileño. Así quedaba recogido en el Plan Inmobiliario de esta instalación. Sin embargo, a día de hoy, no hay fecha para el comienzo del proyecto. El motivo: el coronavirus. Según recoge el Gobierno en su respuesta al senador Mulet, en lo que concierne a la nueva sede de Aena, el coronavirus ha supuesto «un empeoramiento significativo de las principales magnitudes financieras de la compañía, tal y como lo demuestran los resultados económicos de la misma». Por lo tanto, añade, «esta situación extraordinaria ha introducido incertidumbres en relación con la puesta en marcha de este proyecto, que dependerá del momento en que haya una mayor visibilidad sobre el grado de recuperación de la actividad de Aena en los próximos años».
Tiempo atrás, el SindicatoASAE denunció que las dependencias de Aena en Piovera Azul han provocado problemas de lipoatrofia semicircular a algunos trabajadores. Esta lesión, atribuible a las condiciones de trabajo, consiste en una atrofia localizada en el tejido adiposo subcutáneo que se caracteriza por la aparición de deformaciones en la superficie de la piel y que puede darse en diferentes zonas del cuerpo. Según los trabajadores, que así se lo expusieron en una carta al presidente de Aena, Maurici Lucena, los problemas se empezaron a originar con unos trabajos de reforma. Desde 2018, Aena viene implementando una serie de medidas –en las que habría invertido varios millones de euros, según asegura ASAE– encaminadas a minimizar el riesgo de que las personas trabajadoras manifiesten sus síntomas en el edificio, según ha explicado. A comienzos del pasado año, la compañía admitió que se habían producido 32 casos de esta enfermedad. «Actualmente, todos han remitido o se encuentran en proceso de remisión», según se asegura en la respuesta.