Muere el banquero Francisco Luzón, héroe contra la ELA
Símbolo de la lucha contra esta enfermedad, fallece a los 73 años
El banquero Francisco Luzón, símbolo del coraje y de la lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), falleció ayer a los 73 años de edad tras años de lucha contra la enfermedad que le fue minando la salud, pero que nunca pudo con su fe en sí mismo, su capacidad de superación y su dedicación a combatirla, en su nombre y en el todos los que la sufren. Lo hizo con la Fundación Francisco Luzón «Unidos contra la ELA», que creó con el objetivo de mejorar las condiciones con las que viven los pacientes y sus familiares.
Economista de formación, conquense de Cañavate de corazón y banquero de profesión fue una persona clave en el sector financiero y bancario desde los años 70 del siglo pasado y hasta el año 2012. Fue consejero ejecutivo de Banco de Vizcaya entre 1972 y 1987 y de Banco Bilbao Vizcaya (BBV) en 1988. También ejerció como presidente ejecutivo del Banco Exterior de España (1988-1996), fundó y fue presidente ejecutivo de Argentaria (19911996) y además fue consejero vicepresidente ejecutivo de Banco Santander responsable de Latinoamérica (1996-2012). Igualmente, desempeñó funciones de asesor en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington Washington y en el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), con sede en Luxemburgo.
Pero a esta febril actividad profesional sumó una no menos intensa de servicio social. Fue patrono de las fundaciones Príncipe de Asturias, Ayuda contra la Drogadicción y Kovacs. También dedicó parte de su trayectoria a promover proyectos y plataformas educativas, basadas en la colaboración público-privada para fomentar el trabajo en red. El diagnóstico de su enfermedad, en 2014, le llevó a crear la Fundación que lleva su nombre, que presidía desde febrero de 2016 y con la que quiso –y logró– dar visibilidad al ELA y fomentar su investigación.
«Nos deja un gran luchador, un amante de la Vida, en mayúsculas, que convirtió la adversidad en una oportunidad para dar luz y esperanza a los enfermos de ELA y sus familias», manifestó a LA RAZÓN Ana López Casero, ex directora general de la Fundacion Luzón y actualmente tesorera del Consejo General de Farmacéuticos, que lamentó con enorme pesar la pérdida «de Paco, un transformador, un innovador, una persona que quería cambiar el mundo y lo hizo en múltiples tareas profesionales y por supuesto en la ELA».
En el libro «El viaje es la recompensa», que la editorial La esfera publicó en 2017, el propio Luzón dejaba una frase para el recuerdo: «No sé si hay vida después de la muerte. No me importa. Lo que sí sé es que hay vida antes de la muerte». Una sentencia que define cómo vivió su vida y cómo afrontó su marcha tras la lucha diaria que mantuvo su mente contra un cuerpo empeñado en destruirse.