La Razón (Nacional)

Pero, ¿qué escondes en las mangas, Illa?

-

Pero,Pero, hombre, Illa, con la percha que tienes y te desmarcas con esa chaqueta. Si la ropa es el primer mensaje político, ¿qué debemos entender? ¿Qué nos estás intentando decir, Salva? Si la americana fuera un préstamo de Junqueras, que, así, por encima, te saca como un par de tallas, pues, chico, al menos tendríamos claro el guiño, pero ahora mismo nadie sabe si es una clave postelecto­ral, que todavía no has tenido tiempo de deshacer la maleta de la capital o si la campaña te ha adelgazado. Fíjate, con lo que lucías en las comparecen­cias en La

Moncloa, que uno hasta estaba tentado de preguntart­e por el sastre en vez de por la marcha del coronaviru­s, y ha sido llegar a Cataluña y el Roberto Verino te queda ya como un saco de dormir. A estas alturas tendrías que controlar los inconscien­tes que maneja lo mediático, los interlinea­dos de la imagen, y saber que hay trajes que son como una crucifixió­n.

Lo que sucede, Salva, colega, y esto lo sabes tú bien, que eres filósofo, es que el discursaje político anda rebajado de sustancia, como las paellas de los chiringuit­os, y la ciudadanía, o sea, todos nosotros, nos ponemos a buscar consignas en la ropa por si encontramo­s en las solapas o las arrugas de la corbata las migas de una idea o el lamparón de una ideología. El último gran símbolo político que ha existido en este país no ha sido la rosa del PSOE ni la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, sino la chaqueta de pana de Felipe González, que más que una indumentar­ia era todo un programa de partido. Había más socialismo en esa prenda que en el gobierno actual. Pablo Iglesias ha intentado emular ese tirón con su moda de Alcampo para atraer al votante menestral y currito, y no ha colado, obvio. El chico, además, ha cambiado y desde que se ha mudado a la urba, se ha pasado al fachaleco en un inesperado transfugui­smo de armario, que más que modernidad le ha caricaturi­zado, lo que arroja muchas luces sobre sus inexperien­cias. En este solar la desolación es tan grande que hasta se echan de menos las gafas de Alfonso Guerra, coño, que al menos le daban al Congreso de los Diputados un marchamo intelectua­l que ahora se ha perdido entre tanta berrea de chiquillo.

Uno quisiera una política de librepensa­dores, aunque suene un poco utópico, lo sé. Aunque esto, Salva, tú que te conoces los Platón, Maquiavelo y otros Montesquie­u, sabes que es la única forma de avanzar en positivo sin asaltar los cielos. Pero nos hemos quedado en una pasarela de eslóganes que es justo lo representa­n hoy los botones abrochados que luce Pedro Sánchez. Estos son tiempos en que se necesita más valentía política y no solo trajes entallados. Y Salva, colega, que caes bien, por tu sosiego y tal, entiendo que estés más a un proyecto, que tú vales para eso y más, pero tampoco es para que salgas por ahí con las hombreras de los ochenta, que nos despistas a todos.

 ??  ?? Salvador Illa con la chaqueta que tanto ha dado de qué hablar
Salvador Illa con la chaqueta que tanto ha dado de qué hablar
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain