En un lugar... de Madrid
Cervantes levantase la cabeza en estos tiempos enmascarados su primer chato de vino se lo echaría al gañote en Dis Tinto desdeñando los mesones de Cava Baja o Plaza Mayor. Sin duda, el barrio de Las Letras alberga tabernas y restaurantes de todo pelaje para despistados guiris, fudis castizos y fervorosos soplacirios que salen del Cristo de Medinaceli y cruzan la calle secundaria del Palace para sentarse sentarse en los taburetes y disfrutar de los platos distintos que sirven en mesas altas de esta hidalga y recoleta taberna.
Aquí la tradición se trufa con sorprendente vanguardia: las croquetas líquidas rivalizan con las mejores del chef toledano Iván Cerdeño, la resultona tortilla (no se pierdan también la de callos) japo-cañí Kasuobushi nos alegra la vista con el cimbreo de las virutas de atún que le potencian potencian y aderezan el sabor de los huevos de corral con que se elaboran. Mollejas de cordero, el tartar de atún rojo de Barbate con lima y chipotle (pimiento mexicano picante), que es un bocado de equilibrios ácido-picante de soja y aceite de sésamo, un triple salto mortal en su palaSi dar que... ni Pinito del Oro. La suavidad y dulzura de la ensaladilla ¿rusa?, que prescinde de la zanahoria y se corona con anguila ahumada está en el podium de las mejores de Madrid; o un crujiente e inmejorable guiso de oreja de cerdo con espuma de bravas, que rellena un rollito de pasta filo que resucitaría al mismísimo Sancho Panza al grito de ¡Vive Dios! El consejo de Alonso Quijano: «No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu villanería» a Sancho se lo pasan los pícaros propietarios, Ángel Vellón e Iván de la Torre,son primos, por el Arco de Cuchilleros cuando pruebe como colofón sus chuletillas de conejo.
Ángel e Iván son los culpables de su magnífica selección de vinos por copas, donde champagnes, ¡50 champús!, tintos y blancos merecerían un capítulo aparte, vale. Cocina: 8,5 Bodega: 8,5 Sala: 7,5 Felicidad: 9