Empeora el duque de Edimburgo
Trasladan al marido de la reina Isabel II a otro hospital para tratarle una infección que padece desde hace dos semanas y que no supera
Crece la preocupación en Reino Unido por el estado de salud del duque de Edimburgo, de 99 años. El marido Isabel II, ingresado desde el pasado 16 de febrero en el hospital King Edward VII, fue trasladado ayer en ambulancia a otro centro, el Hospital St Bartholomew, para continuar su tratamiento por una infección. Así lo explica un escueto comunicado del Palacio de Buckingham que especifica que el príncipe Felipe está estable y «respondiendo al pero debe realizarse «pruebas y observaciones sobre una afección cardíaca preexistente». «El duque se siente cómodo, pero se espera que permanezca en el hospital al menos hasta el final de esta semana», añadía Buckingham. Felipe de
Edimburgo, que cumplirá cien años el próximo junio, había sido admitido al hospital King Edward VIII hace casi dos semanas como medida de precaución tras sentirse mal en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres, donde cumplía con el confinamiento establecido en Inglaterra para contener la pandemia de covid-19. Ayer en torno a las 11:30 horas, las televisiones ofrecían las imágenes del traslado de un paciente en una ambulancia. Aparentemente era el príncipe Felipe aunque no se le pudo ver porque el personal del hospital King Edward VII lo había rodeado con paraguas abiertos la salida, mientras el príncipe Felipe era introducido en una ambulancia a través de una puerta trasera del centro. El pasado día 20, su hijo, el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, había visitado a su padre en el King Edward VIII, el hospital privado utilizado por la familia real. Tras esa visita, el príncipe de Gales regresó inmediatamente a su retratamiento», sidencia campestre de Highgrove, en el oeste de Inglaterra. En diciembre de 2019, el duque ya pasó cuatro noches ingresado en ese mismo hospital privado para recibir tratamiento para una dolencia cuya naturaleza no trascendió. Felipe de Edimburgo ha requerido atención médica en numerosas ocasiones en los últimos años, incluida una operación coronaria de emergencia en 2011 para desbloquear una de sus arterias. Una infección de vejiga en junio de 2012 le impidió participar en las celebraciones del jubileo de diamantes de Isabel II, el 60 aniversario de su ascensión al trono, y en junio de 2013 se sometió a una operación «exploratoria» en el abdomen.
Considerado el consorte en activo más longevo de la historia de la familia real británica, anunció su retirada de la vida pública en 2017. Desde entonces se ha dejado ver en contadas ocasiones, la última en un acto con veteranos de la Segunda Guerra Mundial. Hace unos días, su nieto, el príncipe Guillermo, adelantó que Felipe se encontraba «bien» y que los médicos continuarían «vigilando» la salud de su abuelo.