La Razón (Nacional)

Cuento de la lechera

- Abel Hernández

E n el Gobierno siguen, tras el fracaso de Madrid, con el cuento de la lechera. Están convencido­s de que vendrán tiempos mejores y volverán a cantar victoria en la calle Ferraz. Lo de Madrid, dicen, no es trasladabl­e a otras regiones. Se trata de resistir. Todavía les queda el Boletín Oficial del Estado. Dicen que tienen cuerda para rato. Sueñan con las vacunas y el fin de la pandemia. Del peligroso coletazo final, que se ocupen las comunidade­s. A ver qué hace ahora Ayuso. ¿No querían co-gobernanza? Pues que se las apañen con los jueces y los botellones . De todas formas, se acabará pronto la pesadilla. Nadie volverá a contar los muertos. ¡Y llegará la ayuda europea! Eso es lo más importante, que lo cambia todo. La lluvia de millones hará que florezcan de nuevo los negocios, el empleo y la euforia en la calle. También los votos de las nuevas clientelas. España entrará en un tiempo de transforma­ción y progreso como no vieron los siglos. Todo bajo el mandato del gran Pedro Sánchez, «el Progresist­a», «el Resistente»…

Como culminació­n presidirá España la Unión Europea y ese será el momento señalado –para entonces ya se habrá puesto el presidente Joe Biden al teléfono–, de convocar elecciones. «¡Y serás invencible! –le susurra al oído el complacien­te Iván Redondo–, olvídate de Ayuso y de Leguina».

Ya conocen el final del cuento. Elisa, la niña que celebraba su cumpleaños, tropezó cuando estaba a punto de llegar al mercado, se le cayó el cántaro, se rompió y se le derramó la leche. Con el cántaro roto y la leche derramada se le rompieron todos sus sueños. La piedra del camino en la que ha tropezado Sánchez es la de las amistades peligrosas. Por eso ha perdido Madrid y casi ha perdido al PSOE, que fue su partido. Los históricos le dan hoy la espalda. Ni las vacunas, ni el final de la pandemia, ni la cuantiosa ayuda europea impedirán el rechazo general de la opinión pública española –no sólo la opinión madrileña– a sus alianzas y componenda­s con Unidas Podemos, con Bildu y con ERC, todos ellos enemigos declarados de la Monarquía parlamenta­ria y de la concordia constituci­onal.

No basta con la retirada de Pablo Iglesias, aunque sea un alivio. La leche derramada, los trozos del cántaro roto y los huevos de la serpiente siguen sobre la mesa del Consejo de ministros.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain