Duque abre el diálogo para aplacar la ola de violencia
Cali se mantiene como el epicentro de las protestas en Colombia
Este lunes se han cumplido 13 días continuos de protestas en Colombia, en las cuales ha habido manifestaciones pacíficas pero también las que han degenerado en violencia, con muertos, heridos y detenidos. La Fiscalía colombiana cifra en 27 los fallecimientos, pero el Instituto de Estudios para la Paz (Indepaz) precisa en 47 las muertes, incluyendo 39 casos letales supuestamente a consecuencia de la violencia policial. La jornada estuvo marcada por el inicio del diálogo entre el presidente Iván Duque con los dirigentes del Paro Nacional. La cita en la Casa de Nariño inició pasadas las 12:35 de la tarde, hora local en Bogotá, y se anunció como una ocasión para buscar poner fin a las protestas. En paralelo, Bogotá seguía teniendo manifestaciones pacíficas pero con apertura de los accesos a la capital para garantizar el abastecimiento. Duque junto a su vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, acompañados del comisionado de Paz, Miguel Ceballos, y varios ministros representaron al Gobierno, mientras que desde el lado de los dirigentes del paro estaban líderes sindicales y de otros sectores vinculados a la protesta. La agenda se diseñó en torno a seis temas: vacunación masiva, reactivación segura, no violencia, protección a los más vulnerables, estabilización de las finanzas públicas y matrícula cero. Recordemos que ya el Ejecutivo había retirado la reforma fiscal que inició el descontento.
Los dirigentes del paro también presentaron un pliego de emergencia que incluye vacunación masiva, retiro de la reforma de la salud, suspensión de las fumigaciones con glifosato, derogar el decreto que establece el piso de protección social, renta básica de al menos un salario mínimo, entre otros puntos. Pero quizá el primer punto a tratar es la definición de las conversaciones. Los dirigentes del paro hablan de que debe ser una negociación y en el gobierno se habla de un «gran diálogo nacional». El objetivo priario de Duque es la necesidad de que se levanten los
El Gobierno militariza Cali tras el enfrentamiento entre civiles armados e indígenas que dejaron diez heridos, ocho de bala
bloqueos y que se suspendan las acciones violentas. «El rechazo total a los bloqueos es fundamental», anunció el mandatario antes de iniciar la reunión. Lo último es particularmente importante, luego de un fin de semana muy agitado en Cali, especialmente, donde hubo enfrentamientos entre civiles, residentes en la zona versus indígenas, por el bloqueo de las vías. Según la Alcaldía del distrito, tras los choques hubo diez indígenas heridos -ocho por disparos-, y dos habitantes del sector lesionados. Según el consejo indígena, los suyos fueron asaltados como parte de una «táctica de represión que difiere los ataques desde los uniformados hacia los civiles armados que actúan como paramilitares».
La respuesta del Estado fue militarizar la zona. De acuerdo al anuncio del ministro de Defensa, Diego Molano, se desplegaron 10.000 policías y 2.100 militares en la ciudad. Además, se cerraon los ingresos a esa región. Algunos bloqueos fueron levantados pero varia barricadas se mantenían durante este lunes. El consejero indígena Hermes Pete anunció que habilitaron un corredor humanitario para distribución de alimentos y medicinas a comercios en la ciudad pero desesetimó el llamado a regresar a los territorios indígenas. Dijo que se mantendrán en la ciudad «en lucha y resistencia».