Las dudas que deja el reglamento
Intenta limitar la interpretación de los árbitros, pero de todo se puede dudar
Los árbitros se agarran al reglamento para decir que el penalti de Militao contra el Sevilla en la última jornada está bien pitado. «Cometerá infracción el jugador que toque el balón con la mano o el brazo cuando la mano o el brazo se posicionen de manera antinatural y consigan que el cuerpo ocupe más espacio; cuando la mano o el brazo se sitúen por encima de la altura del hombro o más allá de éste», dice el reglamento.
La norma pretende limitar la capacidad de interpretación del árbitro, pero Martínez Munuera también debió interpretar si la posición de la mano de Militao era antinatural al caer después de desequilibrarse en el salto. Eso era lo que reclamaba el brasileño al árbitro, que estaba de espaldas al haberse girado en el aire. No le sirvió de nada.
Además, la norma tampoco aclara mucho si se continúa leyendo. Los supuestos anteriores tienen también su excepción. Siempre se pita mano «a menos que se juegue primero el balón de manera voluntaria con otra parte del cuerpo, y luego toque este en la mano o el brazo». Pero añade después: «Estas infracciones se considerarán como tales incluso en el caso de que el balón toque en la mano o el brazo del jugador tras haber rebotado en la cabeza, el cuerpo o el pie de dicho jugador o de otro que estuviera situado cerca del primero». Más interpretación y más confusión sobre la norma original. El reglamento dice que comete una infracción «el jugador que toque el balón de manera voluntaria con la mano o el brazo». Ésa ha sido siempre la regla general. Un concepto que se ha ido enredando con las modificaciones reglamentarias y que lleva a la confusión.
«Como entrenador llega un momento en que no sabes cuándo cuándo es mano. Los árbitros dudan en sus decisiones de si es penalti o no es penalti. Entrenadores y jugadores no sabemos exactamente cuándo es mano. Hay momentos en los que se pita y otros en que no pitan penalti y pasa en todos los países, no sólo aquí», reconoce Ronald Koeman, el entrenador del Barça.
El reglamento trata de dejar menos terreno a la interpretación y lo ha conseguido en otros puntos. «Con el fin de determinar con claridad las infracciones por mano, el límite superior del brazo coincide con el punto inferior de la axila», explica. Si el balón golpea por encima de la axila no se considera mano.
Las manos en ataque también se han aclarado. «Cometerá infracción el jugador que marque gol en la portería adversaria directamente con la mano o el brazo, incluso si la acción se produce de forma accidental», dice textualmente la norma. Y también se debe pitar mano si «inmediatamente después de que el balón le toque a él o a un compañero de equipo en la mano o el brazo, incluso de manera accidental, un jugador marca gol o genera una ocasión de gol».
En ataque no se interpreta. En defensa sí, y ahí surge la duda.
Si la posición de la mano es antinatural o está por encima del hombro, la norma establece que se debe pitar mano «Como entrenador llega un momento en que no sabes cuándo es mano. Pasa en todos los países», dice Koeman