La Razón (Nacional)

Israel pacta un alto el fuego con Hamás tras más de 240 muertos

Egipto habría mediado para una tregua que podría empezar hoy

- Ofer Laszewicki Tel Aviv

Las partes involucrad­as en el conflicto árabe-israelí, así como los analistas y diplomátic­os involucrad­os en su desarrollo, estaban pendientes si se cumplirá o no hoy el acuerdo para un alto el fuego entre Israel y Hamas.

Sobre el terreno, en la noche de ayer se mantuvo la alerta máxima. El Ejército israelí exigió a los residentes del sur que permanecie­sen en los refugios. En Tel Aviv y en el centro del país, el sistema educativo siguió suspendido. El ministro de Defensa hebreo, Benny Gantz, avisó: «Israel está preparado para expandir la operación si es necesario».

Según revelaron medios libaneses, Hamás habría aceptado frenar la escalada violenta. Por su parte, Israel aseguró a los mediadores egipcios la misma predisposi­ción. A última hora de la tarde, el Gabinete de seguridad israelí se reunió para aprobar un alto el fuego unilateral. El presidente norteameri­cano, Joe Biden, habló ayer por teléfono con su homólogo egipcio Abdel Fattah al-Sisi para discutir los detalles del acuerdo.

Mientras, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) apuraban el tiempo para destruir lanzaderas de cohetes en la franja. En las últimas 24 horas, lograron neutraliza­r 30. En las comunidade­s fronteriza­s, el temor es que se repitiera el patrón de 2014: lluvia final de cohetes y morteros para que Hamás pueda clamar «victoria». Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Salud palestino, ayer se contaron 232 víctimas –65 niños–, así como más de 1.900 heridos. En Israel, 12 víctimas mortales –dos niños– y más de 500 heridos. Las FDI alegan que unos 120 integrante­s de Hamás y otros 25 de la Yihad Islámica fueron aniquilado­s.

Mientras ambos bandos sentían el peso de la presión internacio­nal, continuó el fuego cruzado. «Hace escasos momentos, cazas de las FDI golpearon un túnel terrorista en Beit Hanoun, así como dos lanzaderas de misiles subterráne­as en Jabalia, desde donde se dispararon cohetes hacia Tel Aviv. Adicionalm­ente, se bombardeó una sala de operacione­s militares utilizada por la organizaci­ón terrorista Hamás para coordinar los combates», informó el portavoz militar hebreo en la mañana de ayer.

La madrugada del jueves fue la más «tranquila» desde el inicio de la operación «Guardián de los Muros». Pero tras un inédito compás de unas ocho horas sin lanzamient­os de proyectile­s desgolpead­o de Gaza hacia Israel, en la mañana de ayer volvieron a sonar las alarmas «código rojo» en las comunidade­s israelíes fronteriza­s. Además de una tanda de 70 cohetes –al final del día fueron unos 300–, Hamás disparó un misil anti-tanque hacia un bus de transporte de soldados israelíes. En el instante del impacto, el vehículo estaba vacío, y solo causó daños leves a un recluta. Desde el inicio de la escalada, fueron lanzados unos 4.340 misiles por parte de las facciones armadas palestinas, de los cuales 640 impactaron dentro de la propia Gaza.

En la franja palestina, los bombardeos israelíes siguieron causando estragos entre los civiles. Al amanecer, un misil mató a un hombre discapacit­ado, a su mujer embarazada y a su hija de tres años en Deir el-Balah, en el centro del enclave costero. En una serie de 30 ataques aéreos simultáneo­s, otra mujer murió en Khan Younis, y trece más resultaron heridos. En el barrio de al-Sabra, cuatro niños de la misma familia resultaron heridos por las bombas, que también golpearon sobre los campos de refugiados de Nuseirat y al-Bureij.

«Vivimos otra noche de violencia por la artillería de los tanques y bombardeos aéreos. El miedo es que caigan los misiles sin previo aviso, algo que ha ocurrido en muchos edificios. Las ambulancia­s van y vienen cargando heridos», informó la periodista Youmna al Sayed. Además, recordó el exhausto y la falta de suministro­s médicos que sufren los hospitales gazatíes, que ya estaban al límite por la crisis del covid-19. Organizaci­ones humanitari­as seguían exigiendo el fin de la violencia para garantizar la entrega de ayuda mediante corredores humanitari­os. Se estima que tomará varios años reconstrui­r la destrucció­n causada por la ofensiva militar de Israel.

Hamás, cuyas capacidade­s balísticas han sido duramente golpeadas, apostaba ayer por apretar el freno. «Los esfuerzos para lograr

Se estima que se tardarán varios años en reconstrui­r la destrucció­n material causada por los once días de ofensiva en Gaza

Viaja a Tel Aviv el ministro de Exteriores alemán para expresar su apoyo al derecho de autodefens­a de Israel y apoyar la paz

un cese de hostilidad­es surgirán efecto», auspició Moussa Abu Marzouk, oficial del brazo político islamista.

Ayer el ministro de Exteriores alemán, Heiko Mas, aterrizó en Tel Aviv, y de inmediato fue llevado al suburbio de Petah Tikva, donde comprobó los daños materiales causados en un edificio por un proyectil de la organizaci­ón terrorista. Tras afirmar que acudió «para mostrar solidarida­d con Israel» y su derecho a la autodefens­a, alegó que su país apoya los esfuerzos en favor de un alto el fuego. Más tarde, llegaron también los ministros de Exteriores de la República Checa y Eslovaquia.

El analista Alon Pinkas escribió ayer en el rotativo «Ha’aretz» que «Netanyahu y los palestinos le fijaron la agenda a Biden, y su paciencia se está terminando». A pesar de que no se vislumbra una crisis en la histórica alianza entre Israel y Estados Unidos, sí hay señales de un empeoramie­nto de los vínculos entre Biden y Netanyahu,

que podrían profundiza­rse si el líder del Likud se prolonga en el cargo.Para el autor, las relaciones del Gobierno israelí con el Partido Demócrata están dañadas: «es un terreno en que jamás entró ningún líder anterior a Netanyahu». Y culminó: «se destapó de nuevo la cuestión palestina, algo en lo que la Casa Blanca no estaba interesada». En las filas demócratas, sectores del partido son ya abiertamen­te críticos con Israel, y pese a que no supondrá cambios inmediatos en la alianza militar, es una tendencia creciente y sin precedente­s.

Netanyahu es consciente y ese factor político podría haber influido en su predisposi­ción a la tregua. Al cierre de esta edición, EE UU calificó de alentadora­s las informacio­nes sobre un «potencial alto el fuego» entre Israel y las milicias palestinas en Gaza. En su rueda de prensa diaria, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, celebró «las informacio­nes sobre movimiento­s hacia una tregua».

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AP EL ministro de Exteriores alemán, Heilo Maas, junto a su homólogo israelí visita ayer un edificio destruido por un misil de Hamas

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