La mirada rumiante

Directora: Kelly Reichardt. Guión: K. Reichardt (a partir de la novela de Jonathan Raymond). Intérpretes: John Magaro, Orion Lee, Toby Jones. EE.UU , 2019. Duración: 121 min. Drama. ¿En qué medida la última y hermosísima película de Kelly Reichardt, western revisionista que borda las íntimas conexiones entre sus dos mejores títulos hasta la fecha, «Oldjoy» y «Meek’s Cutoff», explica la historia de la «primera vaca» del capitalismo voraz impuesto por los pioneros como enfermedad sistémica del crecimiento de la sociedad americana? Que sea la «primera» es una manera de hablar: es, para la trama del filme, el origen de un mundo que provocará la felicidad de los dos protagonistas, un cocinero y un chino emprendedor, y también su desgracia, a la vez que será testimonio, ojo impertérrito, de lo que ocurre a su alrededor. La vaca de «First

Lo mejor

Su condición de western atípico que analiza los afectos de la amistad masculina

Lo peor

Que sea la primera película de Reichardt que se estrena en una sala comercial española

Cow» es causa primera y perspectiva poética. La suya es una mirada rumiante, contemplativa, que invita a sentir empatía por quienes la ven como como una compañera de viaje en la construcción de una utopía que es la de una amistad masculina callada e inquebrantable. «First Cow» empieza en la actualidad, con el hallazgo de un par de cadáveres fosilizados que parecen haber muerto juntos, tal vez abrazados. Tardaremos toda la película en saber quiénes son, por qué han llegado hasta allí, pero su huella imborrable, como la de los esqueletos de las ruinas de

Pompeya en «Te querré siempre», es el modo en que el pasado nos ayuda a entender el presente. Reichardt no está tan interesada en las grandes conquistas como en examinar la microbiología de los afectos masculinos –desde la manera en que una pequeña comunidad consolida sus relaciones sociales hasta el modo en que dos hombres desafían las normas no escritas de este Nuevo Mundo cocinando deliciosos pasteles en medio del bosque– que no disgustaría al Rossellini de la televisión didáctica.