Lukashenko confía su futuro a Putin
El líder del Kremlin brinda su apoyo al presidente de Bielorrusia en plena condena internacional por la detención de un periodista opositor. Ambos abordan en Sochi una mayor integración bilateral
El encuentro entre el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en la idílica ciudad balneario de Sochi, situada en la costa rusa del mar Negro ha ofrecido al líder bielorruso un poco de calma en la tormenta desatada esta semana tras la detención en Minsk del periodista opositor Roman Protasevich y su novia, la rusa Sofia Sapega.
Lukashenko, que desde el pasado domingo se encuentra más aislado que nunca por Occidente, ha decidido dirigir su mirada hacia el otro lado, y más concretamente a Rusia, que jamás le ha negado su apoyo. La visita, que ya estaba planificada desde hacía tiempo, es la tercera que se celebra este año y su objetivo no tenía oficialmente nada que ver con lo sucedido esta semana. Minsk y Moscú buscan desde hace tiempo una mayor integración de los dos países y tratar cuestiones económicas bilaterales.
Putin debe comprender bien la situación que atraviesa su homólogo bielorruso, ya que el régimen de Moscú también se en
Putin recordó que el aterrizaje forzoso del avión de Evo Morales en 2013 no provocó tanto revuelo internacional
cuentra en el punto de mira de los países occidentales por la encarcelación del opositor Alexei Navalni, llevada a cabo el pasado mes de enero cuando este decidió volver a Moscú, después de haber pasado algunos meses en Alemania recuperándose de un supuesto envenenamiento.
El recibimiento del presidente ruso a su vecino fue tan cálido como el tiempo en Sochi, agradeciéndole a Lukashenko su llegada, a pesar de las dificultades de los últimos días, e invitando a su colega a pegarse un chapuzón en el mar Negro para apaciguar los ánimos aprovechando el calor. Putin, recordó que el encuentro ya se había fijado hace tiempo y no esquivó el asunto del avión afirmando que le ha producido «una oleada de emociones».
El líder ruso aprovechó para recordar el aterrizaje forzoso del avión en el que viajaba el presidente boliviano, Evo Morales, en julio de 2013, cuando éste regresaba a su país después del Foro de Países Exportadores de Gas, celebrado en Moscú. La aeronave fue obligada a tomar tierra en Viena, después de que varios países europeos retiraran su permiso para cruzar su espacio aéreo, al sospechar que el ex oficial de la CIA Edward Snowden pudiese volar a bordo. Estados Unidos había ordenado la captura del ex empleado de la inteligencia norteamericana a toda costa después de que éste hiciese públicos en algunos medios de comunicación numerosos documentos clasificados como de alto secreto. Según el jefe del Kremlin, entonces la condena internacional brilló por su ausencia.
La chispa del actual conflicto en el que se ve inmerso Lukashenko se prendió el domingo, cuando el vuelo en el que viajaban el periodista opositor bielorruso y su pareja, que cubría la ruta Atenas-Vilna, fue desviado al aeropuerto de Minsk aprovechando que sobrevolaba el espacio aéreo bielorruso. Según fuentes de esa ex República soviética apoyadas por el propio Lukashenko, se recibió una amenaza de bomba en forma de correo electrónico firmado por el grupo terrorista Hamás, lo que obligó al Ministerio de Defensa bielorruso a enviar un caza MiG-29 para escoltar al avión, con 120 pasajeros, al aeropuerto de la capital «para garantizar la seguridad» de todo el pasaje y del país, ya que la aeronave volaba muy cerca de la central nuclear de Astravets.
Una vez en Minsk, el avión de la compañía irlandesa Ryanair fue desalojado y el activista y su novia detenidos, ambos acusados de organizar las masivas movilizaciones que tuvieron lugar en Bielorrusia el pasado mes de agosto, cuando se dio a conocer la victoria de Lukashenko en las elecciones presidenciales en medios de acusaciones de fraude. Roman Protasevich, que se encontraba exiliado en Lituania desde 2019, se enfrenta a varios cargos graves, entre ellos el de incitación al desorden público y al de odio social, por los que podrían condenarlo a más de 12 años de prisión. Si se le declarase culpable de un delito de terrorismo, podría ser condenado a la pena de muerte. El detenido fundó los canales de Telegram Nexta y Nexta Live, acusados desde el Gobierno de ser utilizados como instrumentos de desestabilización financiados por Occidente.
Investigación internacional
Protasevich y su socio Stepan Putilo, también exiliado, ya formaron parte de manera activa en las revueltas sucedidas en Ucrania en 2014 que provocaron el derrocamiento del entonces presidente, Viktor Yanukovich. La líder opositora bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanovskaya, ha presionado a los países europeos más contundencia en futuras sanciones al régimen de Minsk.
Ayer, se anunció que la agencia de la ONU sobre aviación civil investigará lo sucedido ante las peticiones de Europa y Estados Unidos, mientras los países integrantes del G-7 han exigido a Bielorrusia la puesta en libertad inmediata del periodista. La Unión Europea ha cerrado su espacio aéreo a las compañías bielorrusas hasta que no se aclare lo sucedido.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha publicado una actualización en sus recomendaciones de viaje para los españoles en la que advierte de las cancelaciones de los vuelos europeos a Minsk, pidiendo evitar cruzar ese espacio aéreo, aconsejando a los nacionales que se encuentren en Bielorrusia que quieran viajar a España hacerlo a través de Turquía. Exteriores ya recomendaba en su web no acudir a manifestaciones contra el Gobierno de Lukashenko, al correr el riesgo de detenciones.
Moscú está cancelando los vuelos que se nieguen a cruzar el espacio aéreo bielorruso en su camino a Rusia. Air France informó ayer de la cancelación de dos de sus vuelos a Moscú al exigirles las autoridades rusas pasar por el espacio aéreo de Bielorrusia para entrar en el país, tanto a la ida como a la vuelta.