En el medio está la virtud
«Ni soso ni bufón», reza un viejo consejo de la retórica para el uso del humor en los discursos públicos. El humor es arriesgado y hay que dosificarlo en la pizca ideal para cualquier intervención social u obra literaria: inclasificable, muy diverso en cada nación o comunidad cultural, es de complicado uso y, sin duda, la marca del genio. Entre los «humores» del mundo quizá sea el británico el más internacional, con una mezcla de talento flemático (lo que los británicos llaman «wit») y una ironía fina y alejada de controversias. Por eso, cualquier tratamiento del humor traduciy traduciy trasladable a todo el orbe suele ser británico, como el libro reciente de Terry Eagleton, una de las voces imprescindibles de la modernidad, que nos presenta un recorrido personal por el papel del humor en la historia de nuestra cultura. La palabra «humor» nos remite a los orígenes de occidente: a la teoría de los humores, de la escuela médica de Hipócrates. Sostenía Hipócrates que la salud consistía en los cuatro humores del cuerpo y que el exceso de uno conformaba un carácter flemático, bilioso, sanguíneo o melancólico (de «bilis negra»). No cabe duda de que la historia de Eagleton se centra en lo flemático. A partir de diversas fuentes, siempre del mundo occidental, desde los griegos a los Monty Python, muestra cómo nuestra cultura está basada en un uso del humor, la ironía, el sobreentendido y la sonrisa, sí, pero a veces el sarcasmo y el humor negro y filosófico, como muestran Freud o Woody Allen y la obsesión por el sexo y la muerte que marca el mundo postfreuble
▲ Lo mejor
El propio humor con el que Eagleton traza este recorrido histórico y filosófico por el humor
▼ Lo peor
No destaca lo suficiente su raigambre clásica ni analiza otros ámbitos culturales alejados del occidental
diano del siglo XX y XXI. Se podría trazar, a partir de este libro, una línea divisoria en la historia cultural en torno al humor: tal y como hacía Popper con los amigos y enemigos de la «sociedad abierta», los hay en torno al humor, con Platón, Aristóteles o Dante en el lado de la seriedad y Demócrito, Cervantes o Rabelais en el de la risa. Como dicen los clásicos, en el medio está la virtud. Disfrutarán de este libro que les hará pensar sobre el humor pero con una sonrisa.