Viaje a Chipiona y Alosno, cunas de Rocío Jurado y Pedro Carrasco: «Si los padres vieran lo que pasa se volverían a morir»
Se cumplen quince años de la muerte de «La más grande». Así vive su pueblo y el del que fue su marido el fin de la serie de Rocío Carrasco
En la localidad onubense de Alosno todos recuerdan con inmenso cariño a su vecino más ilustre, el fallecido Pedro Carrasco. Allí nació el boxeador y en el pueblo le queda familia y muy buenos amigos. Muchos se posicionan al lado de Rocío, la única hija de Pedro, aunque le reprochen que no les visite y el tono que ha tomado la serie. Los enemigos de la hija de Rocío Jurado no residen en Huelva, se pueden encontrar entre Málaga, Madrid y Chipiona. Y en este último punto los sentimientos están enfrentados. Recabados testimonios en Alosno y Chipiona, la gente se pronuncia pero prefiere guardar el anonimato. Al cabo, los que hablan son familia desconocida. Si en el resto de España las opiniones se enfrentan aquí se viven con pasión. Un buen amigo de Amador Mohedano ataca a la sobrina: «Esa mujer disfruta haciendo daño. Yo no digo que mienta, pero exagera situaciones y deja a su hija Ro por los suelos. Es fácil de entender que no busca una reconciliación». A su vecina María, familiar lejana de «La más grande», le duele «muchísimo la situación. Si Rocío estuviera viva no consentiría este enfrentamiento, ni el rechazo que su hermano Amador y su cuñada Rosa Benito demuestran hacia su hija. Se están comportando muy mal con Rociíto, la han ignorado prácticamente desde que falleció su madre. Quien tenga dos dedos de frente sabe que la verdad la acompaña. Aquí todos sabíamos que Antonio David Flores no la trataba bien. Rocío sufrió lo suyo por culpa de ese hombre. Me ha dolido siempre», recalca a LA RAZÓN. J.M. añade que «estoy viendo el documental de Rocío y está contando cosas muy duras que puede demostrar. Con documentos y testimonios de gente que conoce muy bien la desgraciada vida que le dio su primer marido. Yo mismo… Me han dicho que se encuentra mal, que necesitaba contar su verdad, la verdad que sabemos nosotros», espeta.
¿Y por qué han callado? Opina Rocío M., también perteneciente a la familia Jurado: «Fidel le ha venido bien a su mujer, si no fuera por él ella se habría hundido. Me ha sorprendido saber que hubo un intento de suicidio. Cuando la ingresaron nos dijeron que era por un problema menor. Nunca conocimos la verdad hasta ahora». Tercia otra voz que no lo tiene tan claro. «A saber qué intenciones se ocultan tras todo esto».
En el bar restaurante «El Faro» de Chipiona no se extrañan de la historia que se desvela en su docudrama. Uno de los clientes, Antonio R., conoció muy de cerca a la Jurado y su hija, y manifiesta que «estuve al tanto de las crisis entre Rocío y Antonio David. Rocío madre también intuía lo que ocurría, pero su hija se callaba muchas cosas». Esta última fuente entiende que «los primos que le quedan a Rocío Carrasco en Chipiona Chipiona la defiendan a su manera. Es más, una de las primas hermanas de Amador y de Rocío se sintió muy dolida cuando murió su padre y sus primos ni le dieron el pésame…».Rocío Flores cuenta también con simpatías en la tierra chica de su abuela materna. Precisamente, una amiga de la infancia de la cantante, A.C. , recuerda a «la niña con cariño, se hacía querer, era muy pizpireta y graciosa. Verla enfrentada de esta forma con su madre es tremendo. Si la abuela Rocío levantara la cabeza se moriría de nuevo. Ella siempre buscó la unión de los suyos, esto la destrozaría». Escuchar que Ro pegó a su progenitora es muy duro, pero confiesa que «el cariño no se va de un día para otro y Ro no ha perdido mi afecto. Tampoco entiendo que Rocío Carrasco la deje ahora a los pies de los caballos por algo que hizo hace tanto tiempo cuando era menor»
En Alosno el sentimiento es parejo al de algunos de los chipioneros consultados. Una prima lejana de Pedro Carrasco reconoce que «hace mucho que no vemos a su hija, pero, si es cierto todo lo que se cuenta, a ese hombre habría que meterlo en la cárcel». «Claro que todo habría que probarlo ante un juez, no es suficiente una sola versión», cuenta J.P. Aún así, A.C. considera que «Rocíito y su hija deberían hablar sin cámaras delante. Decirse lo que se tienen que decir e intentar reconciliarse».
David, la otra víctima
Ana es otra prima lejana de Rocío Jurado y se lamenta de que «Antonio David Flores haya hecho declarar a su hijo David contra su madre. Ese hombre no quiere darse cuenta del daño que le hace. Su padre debería mantener al hijo fuera de este enfrentamiento tan cruel para las dos partes», sentencia. Los corrillos no cesan y van de balcón en balcón a la espera de revelaciones. El último capítulo no está escrito y en Chipiona y Olosno se seguirá la historia hasta el final, y más allá.