El Barça de Gasol se estrella en la Euroliga
LARKIN Y MICIC TORTURARON AL BARCELONA Y CONVIRTIERON AL ANADOLU EFES POR PRIMERA VEZ EN CAMPEÓN DE LA EUROLIGA. SÓLO HIGGINS DIO LA CARA EN LOS AZULGRANA QUE VIVIERON UNA PESADILLA EN LA FINAL
OnceOnce años después de la última final, el Barça no fue capaz de sumar su tercer título de campeón de Europa. El Anadolu Efes se mostró superior en una final agonística e interminable. Después de más de dos horas, los turcos plasmaron una superioridad que tuvo dos nombres propios: Micic y Larkin. Las dos estrellas exteriores exteriores del Efes dieron el primer título al equipo otomano ante un Barça que jamás estuvo cómodo. La final fue una pesadilla para el Barça. Las estrellas, salvo Higgins y los detalles de Kuric y Davies, no aparecieron. Mirotic estuvo ausente y Pau se quedó sin levantar la que podía haber sido su primera Euroliga.
El único alivio de Jasikevicius fue que el tobillo derecho de Calathes estaba en las condiciones mínimas para jugar. Demasiado mínimas porque el base estuvo lejos de ser el jugador importante que ha sido durante tantos encuentros. Fue de lo poco esperanzador del Barça en los dos primeros cuartos. Sanli evidenció las grietas en la defensa interior. El pívot turco hizo daño y Davies lo disimuló con su producción en ataque. Anotó diez puntos en el primer cuarto que fueron suficientes para que el Barça empezara mandando. Pero hubo muy poco más. La tensión era excesiva empezando por los entrenadores. Jasikevicius se ganó una técnica. Ataman, para no ser menos, recibió otra. Y eso que la final acababa de empezar. Es cierto que el Barça detuvo a Micic y Larkin al principio –tres tiros libres entre ambos en los primeros diez minutos–, pero careció de más argumentos. La responsabilidad asfixió a todos. El que vaciara la mochila de nervios y antes se asentara tendría mucho ganado. Y no fue el Barça.
Apareció Pau, pero su presencia no fue la de semifinales y sufrió atrás. Ataman apostó por Pleiss para hacer daño a Gasol y se lo hizo. El gigante se alejó de la zona y descolocó a la defensa azulgrana. En ataque tampoco hubo soluciones. El Barcelona se fue al descanso con un inquie
tante 2/12 en triples. La tercera falta de Sanli y los puntos de Kuric fueron de lo poco potable para un equipo incapaz de soltarse. Los 37 tiros libres lanzados entre ambos equipos dibujaban una final difícil de digerir.
Y el panorama se oscureció aún más en el tercer cuarto porque Larkin y Micic despertaron. Los dos exteriores engancharon una pequeña racha de aciertos y el Barça se topó con una barrera superior a los diez puntos (41-52). Quedaba media vida por delante, pero las señales eran inquietantes. Mirotic apenas sumaba un par de tiros libres; la defensa de los turcos cada vez era más intensa y tuvo que aparecer el héroe de las semifinales. Cuando peor lo pasaba el Barça, Higgins reclamó el balón. Sus 11 puntos en el tercer cuarto evitaron que el Barça se ahogara. El alero estadounidense y Kuric fueron los únicos capaces de remar en medio del naufragio. El Barcelona, sin brillantez, logró seguir vivo. Y con el desarrollo del partido era lo máximo que se podía pedir. Se trataba de estar cerca para que a los turcos les asaltaran las dudas que se habían convertido en habituales en los últimos partidos. Sucedió ante el Madrid y sucedió en semifinales ante el CSKA. El despertar de Mirotic, un tapón de Pau a Sanli y la defensa llevaron la final al límite (69-69 a 4:56). El impulso no fue suficiente.
El Anadolu Efes se entregó a sus dos estrellas. Si la bola no era para Larkin (21 puntos), era para Micic (25). Entre sus dos estrellas volvieron a dar un estirón (74-79 a 2:30). El Barça estaba cerca, pero amenazaba, aunque volviera a entregarse a Higgins. A 1:40, el título seguía sin decidirse, pero a los otomanos no les temblaron las piernas ni las muñecas. Micic y Larkin siguieron sumando desde el tiro libre y dejaron a los azulgrana con la sensación de haber estado lejos del título.