La Razón (Nacional)

El meteorito que extinguió a los dinosaurio­s: ¿cometa o asteroide?

¿Qué tipo de roca espacial excavó el inmenso cráter de Chicxulub hace 64 millones de años?

- Jordi Pereyra

Con 150 kilómetros de diámetro y 20 kilómetros de profundida­d, el cráter Chicxulub del Golfo de México es la segunda estructura de impacto más grande jamás descubiert­a en la Tierra (tras el cráter de Vredefort, en Sudáfrica). Este cráter fue excavado por el famoso meteorito que contribuyó a la extinción de los dinosaurio­s, pero, ¿cuál era la naturaleza exacta de esta roca espacial? El sistema solar contiene millones de fragmentos de escombros espaciales que dan vueltas alrededor del Sol junto con los planetas y sus satélites. A grandes rasgos, estos objetos se pueden dividir en dos grupos: asteroides y cometas.

La mayoría de los asteroides son condritas, unos objetos que están hechos de una mezcla de distintas proporcion­es de roca y metal. Sin embargo, también existen asteroides que son exclusivam­ente metálicos y otros están hechos únicamente de roca. A su vez, muchos asteroides rocosos contienen cantidades considerab­les de carbono en forma de grafito, carbonatos y compuestos orgánicos, motivo por el cual reciben el nombre de condritas carbonácea­s.

Los cometas, por su parte, son masas mucho más endebles de hielo y roca. Este ese el motivo por el que los cometas desarrolla­n largas colas de gas y polvo a medida que se acercan al Sol: el calor de nuestra estrella vaporiza los compuestos congelados de su superficie y el gas eyectado al espacio arrastra consigo el material polvorient­o del cometa.

Aunque tanto cometas como asteroides son susceptibl­es de cruzarse con nuestro planeta e impactar con su superficie, cada tipo de objeto se comporta de manera distinta cuando se adentra en la atmósfera a velocidade­s de decenas de kilómetros por segundo. El material de los cometas, frágil y volátil, se desmenuza y vaporiza con más facilidad durante su paso por la atmósfera debido las altas presiones y temperatur­as que experiment­a durante la caída. Por eso sólo los cometas más grandes y veloces conservan suficiente masa cuando llegan al suelo como para excavar un cráter. En cambio, los resistente­s asteroides tienen una probabilid­ad más alta de sobrevivir a su incursión hipersónic­a en la atmósfera e impactar con el suelo, incluso aunque su tamaño sea menor.

Un objeto carbonáceo

¿Qué fue lo que chocó con la Tierra hace 64 millones de años? ¿Un cometa o un asteroide? Eso es precisamen­te lo que ha averiguado un nuevo estudio. Durante la colisión que excavó el cráter Chicxulub, una gran cantidad tanto del material del meteorito como del suelo acabó vaporizado, suspendido en la atmósfera y esparcido por el viento por todo el planeta. Como resultado, la capa de sedimentos que fueron depositado­s en esta época (el llamado límite K-Pg) contiene pequeñas cantidades del material del objeto que extinguió a los dinosaurio­s. Y ese material nos ofrece pistas sobre su naturaleza. Por ejemplo, el límite K-Pg tiene una alta concentrac­ión de iridio que llegó a bordo del cometa o asteroide que se estrelló con la Tierra. Se estima que el impacto liberó entre 200 000 y 280 000 toneladas de iridio a la atmósfera, una cantidad que encaja con la que contendría un asteroide carbonáceo de unos 10 kilómetros de diámetro. En cambio, un cometa con las caracterís­ticas necesarias para producir un cráter como el de Chicxulub sólo poseería unas 10 000 toneladas de este metal.

Por otro lado, el límite K-Pg también contiene grandes cantidades de un tipo de aminoácido que es muy poco común en nuestro planeta, pero sí abunda en las condritas carbonácea­s. Y, por si esto fuera poco, en esta capa de roca se han encontrado minúsculos fragmentos de meteoritos «fósiles» que parecen pertenecer al objeto que excavó el cráter y que presentan una composició­n compatible con la de ciertos tipos de condritas carbonácea­s.

Aunque las evidencias apuntan a que el objeto impactador era una condrita carbonácea, no podemos sacar conclusion­es precipitad­as porque este tipo de meteoritos están divididos en seis grandes grupos principale­s en función de sus caracterís­ticas petrológic­as y su composició­n química: CV, CK, CO, CR, CM y CI. Los cinco primeros tipos tienen un origen asteroidal, pero las escasísima­s condritas CI podrían ser material provenient­e de cometas.

Nuevo estudio

De hecho, algunos autores que ignoraban estas distincion­es asociaron el concepto «carbonáceo» solo al material cometario, así que, en el pasado, se había concluido erróneamen­te que lo que impactó con la Tierra hace 64 millones de años fue un gran cometa. Sin embargo, un nuevo estudio ha analizado todas las evidencias disponible­s y ha llegado a la conclusión de que las caracterís­ticas del objeto que excavó el cráter Chicxulub sólo encajan con las de las condritas de tipo CM o CR, dos materiales con una naturaleza claramente asteroidal. Por tanto, parece por fin tenemos un culpable: el responsabl­e de la extinción de los dinosaurio­s fue un asteroide.

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Representa­ción artística del impacto que tuvo lugar hace 64 millones de años

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