Una hierática doble cara
Directora: Christina Rosendahl. Guión: K. Bang Foss, D. Gry Jensen, C. Rosendahl. Intérpretes: Ulrich Thomsen, Burn Gorman, Ross McCall. Dinamarca, 2020. Duración: 110 min. Drama.
En 1963, el que fue embajador de Dinamarca en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, Henrik Kauffmann, es asesinado por su esposa mientras se recupera de un cáncer de próstata. El baño de sangre es torrencial: su esposa se suicida después de rebanarle el pescuezo. Es una escena que nos hace pensar en otra película, mucho más granguiñolesca y excesiva; por supuesto, mucho más loca y divertida de lo que «The Good Traitor» está dispuesta a ser. Al final, lo que quiere demostrar Christina Rosendahl es que detrás de todo gran político hay un hombre incapaz de gestionar los conflictos entre lo público y lo privado, y que esa carencia carencia siempre le acaba pasando factura. Da la impresión de que la película necesita airear los trapos sucios de la vida íntima de su protagonista –que no son otros que la historia de amor con su cuñada y el creciente alcoholismo de su celosa esposa– para dinamizar el burocrático desarrollo de su trayectoria política, pero nunca consigue integrar esas dos líneas narrativas con fluidez, tal vez porque la hierática interpretación de Ulrich Thomsen es demasiado opaca como para hacernos entender sus motivaciones. Lo de Kauffman no es ambigüedad, sino hermetismo, y todo lo que nos cuesta llegar a él es lo que nos cuesta que nos guste esta plomiza película.
Lo mejor
Lo que aprendemos de un episodio de la Historia cuyo interés parece inagotable
Lo peor
La opacidad emocional de su protagonista impide que su vida emocional nos afecte