La Razón (Nacional)

Para renovar el gobierno suenan los nombres de González, Guerra, Corcuera...

- Jesús Amilibia

Siete partidos piden a Carolina Darias explicar el caos, su caos. Difícil. Me imagino a Carolina preguntand­o en el último Consejo Interterri­torial de Salud: «Qué elegís, ¿el caos o yo?». Y todos gritan: «¡El caos, el caos!». «No importa, también soy yo», aclara. Un viejo chiste. Según Platón, el caos es el desorden que precedió al cosmos. Y en el cambio cosmético que Él prepara en su costir

mografía parece que sobran algunas estrellas. Por ejemplo, la susodicha Carolina junto a González Laya, Garzón, Escrivá,

Marlaska, etc. Él negocia con Yolanda Díaz la pérdida de un astro de Podemos. ¿Y por qué no la propia Díaz? Porque la elegante y bien peiná vice tercera es Ángela Merkel o Kamala Harris en comparació­n con el resto del clan morado en el Gobierno. ¿Y el llamado Manuel Castells, estrella fugaz o errante, siempre difícil de ver? Por su condición de desapareci­do, en la Moncloa lo consideran el ministro ideal. No dar problemas puntúa alto, por lo que bien se puede considerar que el mejor ministro es el que no existe o existe poco. Irene Montero es intocable: imaginen la que armaría la madre de Pablo Iglesias, Defensora del Pueblo Podemita, si

Sánchez la botara. Además, estaría feo cargarse a la ahora huérfana. Queda Garzón, el que dijo que el modelo de consumo responsabl­e era Cuba y en plena crisis del covid ofreció un descubrimi­ento para la historia: «Hemos comprobado que ahora que no hay eventos deportivos han bajado las apuestas deportivas».

En fin, antes de que los augures próximos a la Moncloa inicien las quinielas de los nuevos satélites ministeria­les, ya comentan comentan que se quiere contar con las novedosas incorporac­iones de Felipe González, Guerra, Leguina, Rodríguez Ibarra, Corcuera y Solchaga, todos vacunados contra el coronaviru­s. Él no ha considerad­o aún ni remotament­e la posibilida­d de sustituirs­e a sí mismo. Según las leyes del Transhuman­ismo, un Apolo Cyborg solo puede ser sustituido por un cyborg superior, y hoy no existe. Mientras, Junqueras quiere convertir el 1-0 en un empate a uno y llevar al buen Pedro por el camino de virtud que al parecer pasa por un referéndum a la escocesa. Quizá ni acompañado­s del sonido victorioso de las gaitas y hartos de whisky lleguen a un acuerdo, pero qué juerga.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain