Ocho autonomías piden un plan para retirar el «cubrebocas»
Los expertos prevén que hasta final de septiembre sea necesario en interiores
El calor ya empieza a ser asfixiante y la mascarilla se hace cada vez más incómoda. Los ciudadanos están hastiados y se preguntan hasta cuándo habrá que llevarla, teniendo en cuenta que la incidencia se va reduciendo y se sitúa ya en los 110 casos, y que, además, el 43% de la población tiene la primera dosis de la vacuna y el 25% la pauta completa.
El Ministerio de Sanidad todavía no ha presentado una desescalada para el uso de la mascarilla, pese a que cada vez más comunidades están solicitándolo. En Europa, ya no es obligatoria al aire libre en Reino Unido, Polonia, Hungría, Malta, Bruselas y Austria. En España, el director de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, dio algunas pinceladas de cuándo llegará su final: «Con una incidencia de 50 casos», «en julio o incluso antes» y «en colectivos completamente vacunados, como las residencias». No obstante, todavía no hay nada oficial.
El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, desde hace semanas lleva dando su visto bueno a la retirada «progresiva» de las mascarillas en exteriores, cuando se pueda mantener la distancia de 1,5 metros y cuando se trate de lugares que «no estén muy concurridos». Apunta, además, que hay zonas rurales de Galicia en situación de nueva normalidad, con incidencias incluso inferiores a 50 casos, y que, por tanto, «se dan condiciones para levantar su uso».
Emiliano García-Page fue el primero en plantear la retirada del cubrebocas en julio en exteriores. Castilla-La Mancha fue la región que abrió el tema hace tres semanas al plantear su «firme determinación de suprimir la mascarilla en espacios públicos antes de que se cumpla el año, en julio». Page animó al Gobierno a «madurar» esta decisión y otras comunidades han salido al paso. Además de Galicia, y Castilla-la Mancha, Baleares, Murcia, Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana y Madrid quieren que el Gobierno presente un plan de desescalada para la mascarilla. Eso sí, El ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso pide esperar un poco más hasta que se logre un mayor porcentaje de la población inmunizada. Según el último balance del Ministerio de Sanidad, el 43% de la ciudadanía tiene al menos la primera dosis y casi un 25% la pauta completa.
No todas las autonomías ven con buenos ojos prescindir de la mascarilla. El País Vasco lo considera «prematuro», Extremadura quiere ir «poco a poco» y con unidad de acción en toda España. Navarra prefiere esperar a ver cómo evoluciona la pandemia y Andalucía «no se pantea disminuir la presión a nivel de mascarillas» porque es «lo que más nos protege».
¿Y qué opinan los expertos?
Rafael Bengoa, el que fuera consejero de Salud del País Vasco, advierte de que el fin de la mascarilla va a estar condicionado por el avance de la cepa procedente de India. «Se ha demostrado que es mucho más transmisible y si empieza a expandirse por España nos obligaría de nuevo al uso obligatorio del cubrebocas», alerta. Si la incidencia continúa a la baja y prosigue el buen ritmo de vacunación «dentro de un mes se podrá retirar en exteriores», continúa el especialista. Para Bengoa esa desescalada del uso de mascarillas no debe hacerse por grupos etarios de vacunación «porque es imposible organizarlo». «Dentro de un mes, si las cosas no empeoran, podremos ir sin mascarilla por la calle, y hasta final de septiembre no podremos plantear su retirada en interiores».
Por su parte, el jefe del servicio de Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, apuesta por «el café para todos». «Lo mejor son instrucciones fáciles, sin distinguir entre vacunados o no vacunados». Su propuesta es eliminar el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores «siempre con una incidencia inferior a 100 e idealmente en torno a 50. Y con la cobertura de vacunación lo más alta posible, hacia el 70%», subraya.