UN GRUPO EN BUSCA DE SU IDENTIDAD
ESLOVAQUIA (23, 18:00)
Eslovaquia consiguió el pasaporte para la Eurocopa a última hora y después de un viaje muy alterado y lleno de angustia y sufrimiento. Terminó tercera en su grupo, por detrás de Croacia y Gales, y debió ganarse la clasificación en la repesca. Superó por penaltis a la República de Irlanda en la primera ronda y venció a Irlanda del Norte en la prórroga en la última eliminatoria. Y entre medias de esos dos enfrenamientos vivió el cambio de seleccionador. Stefan Tarkovic sustituyó al checo Pavel Hapal, ex jugador del Tenerife y que sólo estuvo al frente de Eslovaquia durante dos encuentros.
El combinado eslovaco se presenta en el torneo sin una personalidad definida, en busca todavía de su identidad y con una alineación que suele sufrir importantes alteraciones de un partido a otro. Pocos tienen garantizada la titularidad con Tarkovic, que cuenta con un grupo de futbolistas con un buen nivel técnico, pero que muestra una considerable falta de claridad en la elaboración del juego. Esa poca lucidez se hace más evidente cuando tienen que llevar la iniciativa y el contrario les obliga a proponer más que a defender. Si el rival se lo permite no tienen problema en esperar atrás para buscar su oportunidad al contraataque, su mejor arma ofensiva y que ejecutan a una considerable velocidad.
El 4-1-4-1 es el armazón sobre el que Stefan Tarkovic construye el equipo y si tiene que alterar el esquema suele disponer a sus jugadores en un 4-3-3. Acostumbra a juntar las líneas en defensa e igual que el contragolpe es su principal argumento en ataque, también es su gran tormento cuando le toca defenderlo. A los eslovacos les cuesta replegarse cuando se ven sorprendidos a la contra y su balance defensivo en ese tipo de acciones es mejorable. Alcanzar los octavos de final a los que llegaron hace cinco años sería un éxito mayúsculo.