Polémica en Europa por la vacunación a los adolescentes
Ven innecesario que se les inmunice porque no padecen covid grave
Los países europeos se enfrentan a un dilema moral: hasta qué punto tiene sentido incluir a los adolescentes dentro de los grupos de vacunación, aunque tienen pocas posibilidades de desarrollar gravemente la enfermedad, mientras en los países pobres millones de personas siguen sin ser tratadas. Los beneficios de poner suero a ese grupo son limitados y para alcanzar el 70% de inmunizados hay que dejarlos fuera, alertan las autoridades.
Plantean qué sentido tiene incluirlos en los grupos de vacunación si hay pocas posibilidades de que tengan covid grave
Dice un refrán popular que la caridad bien entendida empieza por uno mismo. Los países europeos se enfrentan a un dilema moral que curiosamente no está copando demasiados titulares: hasta qué punto tiene sentido incluir a los adolescentes dentro de los grupos de vacunación, aunque tienen pocas posibilidades desarrollar gravemente la enfermedad, mientras en los países pobres millones de personas siguen sin haber sido inmunizadas, incluidos los grupos prioritarios. La Eurocámara ha denunciado esta semana que tan sólo un 0,3% de los antídotos administrados en todo el mundo han ido a parar a los 29 países con menos recursos.
El pasado 14 de mayo, el director general de la Organización MundialdelaSalud(OMS),Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó como «catástrofe moral» esta situación. «Hay un pequeño grupo de países ricos que han acaparado la mayoría del suministro médico y ahora están vacunando a los grupos de edad de menor riesgo. Les urjo a reconsiderar esto y, donar estas vacunas a Covax (el mecanismo de la ONU para los países pobres)». Tedros recordó que el suministro está siendo tan lento que los países con ingresos bajos o medios ni siquiera han podido inyectar los antídotos a los sanitarios. Paradójicamente, la falta de solidaridad de los países ricos puede acabar lastrando sus estrategias de vacunación, tal y como ha demostrado el avance de la cepa india, que está poniendo en peligro el plan de desescalada de Boris Johnson en Reino Unido.
Aunque los países europeos han puesto en marcha un mecanismo de compra conjunta de vacunas, corresponde a las autoridades nacionales decidir sobre los grupos prioritarios de vacunación y casi todos los países europeos han comenzado a incluir a los adolescentes desde que el pasado 28 de mayo la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) diera luz verde a la comercialización del antídoto de Pfizer para los chicos entre los 12 y 15 años. Se espera que el aval para el suero de Moderna ente los 12 y 17 años llgue en el mes de julio.
En EE UU los adolescentes comenzaron a ser inmunizados hace un mes y en Reino Unido se espera que este grupo de edad pueda comenzar a ser vacunado a finales del verano.
El Centro Europeo para para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés), que guía a los estados en sus planes de vacunación, aunque no tiene poderes vinculantes, ha emitido un informe en el señala que los beneficios directos de extender la inmunización a estos grupos de edad puede considerarse «limitados» si se compara con las edades más avanzadas, con la salvedad de aquellos adolescentes con patologías previas que deben tener un acceso «prioritario». A pesar de esto, el estudio reconoce la «información limitada» sobre las nuevas variantes y cómo pueden afectar a los adolescentes y los más jóvenes y la necesidad de seguir analizando las secuelas del virus también en estos grupos de edad. Además, el informe tiene en cuenta otros factores cómo las consecuencias psicológicas de la falta de socialización o las interrupciones del ritmo de las clases escolares por las restricciones.
La Comisión Europea no se ha pronunciado de manera clara sobre este asunto. El objetivo de Bruselas sigue siendo que el 70% de la población europea adulta esté inmunizada a finales de julio, lo que deja fuera a los adolescentes como grupo prioritario si bien se deja la puerta abierta a que cada Estado decida sobre los menores de edad.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, afirmó ayer en la cumbre del G-7 que los países ricos y las compañías farmacéuticas deben «pagar» los programas de vacunación contra el coronavirus en los países en desarrollo. Georgieva cree que ayudar a los países en desarrollo a luchar contra el coronavirus «no es solo un imperativo moral, sino un paso necesario para la recuperación económica».