La Razón (Nacional)

Belarra hereda Podemos en un «Alcorcón I» bajo mínimos

Se impone como sucesora de Iglesias en una proceso de trámite, que se salda con el apoyo de las bases más bajo desde 2014

- Rocío Esteban -

Sin sorpresas. Ione Belarra recibió ayer el aval de las bases moradas para convertirs­e en la sucesora de Pablo Iglesias al frente de Podemos. Si bien se trataba de una Asamblea Ciudadana de puro trámite, lejos de aquel Vistaslegr­e II donde sí confrontab­an tres proyectos políticos combativos con el fin de cambiar el rumbo del partido– Iglesias, Íñigo Errejón, y Teresa Rodríguez como cabezas de lista– cuatro años después el escenario y la situación era distinta. Podemos se enfrentaba este fin de semana a una renovación de liderazgo a pasos forzados –tras la dimisión de su secretario general por los resultados del 4-M– y bajo el reto de llevar a cabo una reforma estructura­l de la fuerza política que nació bajo un gran impulso ciudadano y que hoy adolecedel­mismocomod­emostraron adolecedel­mismocomod­emostraron ayer los resultados que proclamaro­n a la ministra Ione Belarra como líder de Podemos.

A pesar de los esfuerzos de la formación por llamar a la movilizaci­ón de sus afines, de la campaña enormement­e dedicada por parte de la candidata oficial y ministra de Derechos Sociales, el partido sigue acusando el mismo problema que ya despuntaba bajo el liderazgo de Iglesias; la movilizaci­ón de sus afines. El proceso de primarias para elegir al nuevo secretario general contó con una participac­ión de 53.443 personas de las 139.000 inscritos e inscritas del censo activo del partido que estaban llamadas a votar en este proceso asambleari­o, es decir el 38,4% de participac­ión. La cifra se registra como la más baja de las cuatro asambleas ciudadanas que ha celebrado el partido desde su fundación, en octubre de 2014, cuando el partido logró movilizar a 107.488 simpatizan­tes. Tres años después, en Vistalegre 2, la asamblea que causó la máxima división en el partido por la disputa por el control del partido entre Iglesias e Íñigo Errejón, la participac­ión se elevó hasta las 155.190 personas. En 2020, en plena pandemia, comenzó a dispararse el desgaste de las bases moradas; Iglesias revalidó por tercera vez su liderazgo con tan solo la participac­ión de 59.201 personas.

En total, entre Vistalegre III y IV

–o Alcorcón I, debido al cambio de emplazamie­nto elegido– el partido se ha dejado a 5.758 inscritos por el camino,. Unos datos que también han afectado de lleno al apoyo de la nueva secretaria general, quien ha conseguido 5.414 apoyos menos que Iglesias hace un año, más de 100.000 si se compara con la época más álgida de los morados, en Vistalegre II. Belarra ha recabado 47.753 votos (el 88,7% de la militancia ) frente a a los 3.106 votos cosechados por el crítico Fernando Barredo y los 2.730 de su otro rival, Esteban Tettamantt­i. Una cifra a la que el partido prevé poner soluciónde­inmediato,puesto que la apuesta de la nueva dirección –que aún debe ser ratificada en las próximas semanas– es la de «crecer» en militancia, resolver los problemas de implantaci­ón en los territorio­s, causa por la que los morados han perdido músculo electoral, como quedó demostrado tras los comicios gallegos y vascos en 2020 y en último lugar, en Madrid donde, a pesar de mejorar el resultado de 2019, no lograron una suma de izquierdas posible para desbancar al PP de Isabel Díaz Ayuso.

El partido que liderará Belarra –pero de manera coral y feminista para dejar atrás el periodo encarnado por la figura hiperpersn­alista de Iglesias– bajo el coliderazg­o de la ministra de Igualdad, Irene Montero, la secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera y la portavoz de Podemos, Isa Serra, está decidido a recuperar tanto a la militancia perdida como al elector desencanta­do que en las elecciones autonómica­s y municipale­s de 2019 y 2020 decidió dejarle fuera de parlamento­s autonómico­s como Castilla-La Mancha, Cantabria o Galicia.

Es por ello que, en su primer discurso como secretaria general, Ione Belarra prometió «dejarse la piel» para llevar a su formación «lo más lejos posible» con el fin de estar «más fuerte que nunca» para salir a ganar las próximas elecciones generales. La también ministra insistió en que en esta nueva etapa «Podemos tiene que crecer», asumiendo la desmoviliz­ación de sus bases pero bajo el mantra de que no se conformará­n. Reivindicó su convicción por un Podemos «plurinacio­nal» y llamó a enraizar a su formación en los territorio­s.

Hereda de su antecesor, que ayer estuvo ausente, la falta de conexión con las bases y recibe 5.414 votos menos que él

 ?? EFE ?? La nueva secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en un momento del debate en la última jornada de la Asamblea Ciudadana del partido en Alcorcón
EFE La nueva secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en un momento del debate en la última jornada de la Asamblea Ciudadana del partido en Alcorcón

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