LA GUADAÑA SE VISTE DE QUITAMIEDOS
EscriboEscribo esta nota al pie de la carretera Atlántica en el tramo que discurre, mas bien discurría, entre el mar y los pinares de las «matas Nacionaes», al norte del Nazaré portugués, arrasadas hace un lustro por un incendio brutal. Es ruta habitual de motoristas en excursión de fin de semana y, por supuesto, tiene contados guardarraíles. En España, mientras, diversas asociaciones moteras han convocado concentraciones en 27 ciudades, como la de la imagen, en la plaza de las Ventas de Madrid, para reclamar que se retiren los quitamiedos superfluos y se sustituyan por otros menos peligrosos los modelos antiguos, que actúan como auténticas guadañas. Más de un centenar de motoristas han muerto en las carreteras españolas en lo que va de año, la mayoría en accidentes por salida de la vía. Hay otras reivindicaciones, como la mejora del firme de las calzadas, que parecen de carril y que no sólo conciernen a los moteros, porque, en España, los amortiguadores de los camiones, por ejemplo, duran mucho menos que en los países de nuestro entorno, pero que se antojan menos urgente. No es sólo que un percance que sería menor se convierte en una tragedia por culpa de los guardarraíles, es que los bordes de nuestras carreteras están llenas de obstáculos de todo tipo –arcos de señalización, peanas de luz, registros, arquetas– que convierten una salida de vía en un peligro mortal. Pero, en fin, lo de los guardarraíles clama al cielo. Desde 1995, que comenzaron las primeras protestas, se van mejorando a cuentagotas, pese a que apenas cuesta 15 euros por kilómetro. Pareciera quea la DGT le es más rentable invertir en radares.