Los jóvenes no se quieren subir al andamio
La construcción alerta de que falta mano de obra y que hay muchas trabas para formarla
Las obras no tienen quien trabaje en ellas. Los jóvenes españoles no quieren subirse al andamio. Algo que, según Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), no deja de ser sorprendente en un país como España. «No podemos permitir que con una tasa de paro juvenil que supera el 40% no aprovechemos la salida que ofrece un sector como el nuestro, que necesita mucha mano de obra», explica. Y más que, en su opinión, va a necesitar. «Tenemos alrededor de 1,2 millones de trabajadores en el sector. Pero cuando lleguen los fondos europeos, estoy seguro de que se requerirán más de dos millones », dice Fernández Alén, que calcula que el 70% de los fondos necesitarán del concurso de la construcción para completar su ejecución.
La situación del empleo juvenil en la construcción es dramática. Como explicó hace unas semanas en el marco del Sima Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de la patronal de promotores y constructores madrileña Asprima, la presencia de menores de 34 años ha pasado del 43% al 18% en los últimos años. Es un sector envejecido y sin tasa de reposición. Según datos de la Encuesta de PoblaciónActiva(EPA),lostrabajadores de entre los 35 y 54 años concentran el 65 % de la afiliación y el 18% tiene más de 55 años.
Para buscar una explicación a este panorama, la construcción se remonta a lo que ocurrió en 2007. Con la crisis económica, esta industria se vio muy afectada y durante los diez años siguientes llegó a perder casi dos tercios de sus afiliados a la Seguridad Social, que pasaron de 2.800.000 a 700.000 trabajadores afiliados. Esto, aseguran desde la CNC, provocó un sentimiento de rechazo por los jóvenes, y la sociedad en general, que empezaron a percibir la construcción como un sector donde no se garantizaba un trabajo estable y duradero. Una ocupación, además, a la que se accedía con poca cualificación que impedía después la recolocación de los que se quedaban sin trabajo y en la que se realiza un trabajo físico de mucho desgaste. En resumidas cuentas, el sector tuvo «mala prensa», como sintetiza Fernández Alén.
Pero la realidad, según defienden desde su patronal, es que la construcción es una ocupación en la que en este momento no sólo hay salida sino que, además, está bien remunerada, con un convenio colectivo estatal que mejora la jornada anual y los salarios mínimos establecidos en la normativa vigente y en el que un trabajador cualificado en FP puede llegar a
La patronal advierte de que, con los fondos europeos, necesitarán más de 2 millones de trabajadores
percibir un salario, según las tareas, de hasta 4.000 euros. El problema, según Fernández Alén, es que el sistema no ayuda para formar a estos anhelados trabajadores cualificados, que ahora son minoría en una pirámide en forma de émbolo en la que quedan atrapados entre una base ancha de obreros no cualificados y otra superior igual de grande de profesionales titulados universitarios.
Para nutrir el segmento intermedio de la pirámide, el sector considera que es necesario adoptar algunas medidas que pasan por la modificación de la normativa normativa vigente de formación profesional dual. Para hacerla más flexible, apuestan porque un trabajador pueda ser contratado por una agrupación de empresas dada la gran cantidad de pymes que hay en España. Asimismo, también consideran que deben flexibilizarse los calendarios formativos asociados a estos contratos. En cuanto a los contenidos formativos de un título de FP o un certificado de profesionalidad, en la actualidad contemplan un elevado número de horas que, en ocasiones, hace muy difícil que un trabajador se pueda comprometer con su realización, asegura la patronal. En su opinión, sería interesante permitir que se realizaran unidades formativas adaptadas a las necesidades del trabajador y que se le permitiera ir creando una mochila hasta terminar el grado de FP o el certificado de profesionalidad sin imponer límites en el tiempo como ocurre en la actualidad.