Portugal espera hasta el final
Golea a Hungría, pero hasta el minuto 84 iba 0-0. Un tanto de rebote fue el preludio de la aparición de Cristiano Ronaldo
La Eurocopa 2021 estaba negando a las estrellas. Si Lewandowski no apareció en el partido de Polonia, Cristiano Ronaldo fallaba donde prácticamente nunca lo hace. El delantero portugués tuvo varias oportunidades de las que es raro verle perdonar: que si un cabezazo en el que salta un poco antes de tiempo y ya no llega a la bola bien, que si un remate de primeras a pocos metros de la portería que manda alto... y lo lamenta gritando a los cielos. Pero no se le acabó la paciencia a CR, que esperó hasta el final para desatar la tormenta. Todo lo que no le había entrado a Portugal lo hizo en los últimos minutos para terminar firmando una goleada. Y aquí paz y después gloria.
Hasta ese momento el monólogo luso no tenía finalización en un encuentro que recordó mucho al estreno de España. Portugal tenía la pelota, el dominio y las ocasiones, pero le faltó puntería. Y nadie puede decir que con CR en tus filas a tu equipo le falta gol. Ah, y el portero rival, Gulacsi en este caso, se convertía en héroe, como el sueco ante la Roja, para detener las oportunidades que sí encontraban la portería. Diogo Jota fue el que más ajustaba, pero los guantes de Gulacsi siempre se entrometían en su camino.
La otra diferencia del partido con el de España es que la Roja sí tuvo un par de sustos de Suecia: un tiro al palo y un remate fuera de Berg que si lo hace aposta no le sale. Hungría no conseguía ni eso. A Rui Patricio no se le vio hasta el minuto 36, cuando un remate de cabeza de Szalai le fue directamente a las manos. Hasta un niño lo hubiera detenido. No hubo más noticias del equipo magiar en ataque en la primera parte, y eso que jugaba como local en unas gradas repletas, al tratarse de un país con un alto porcentaje de vacunados y una incidencia ya mínima del coronavirus. Dio gusto ver ese colorido.
Hungría hizo lo que van a hacer muchas selecciones en esta Eurocopa para tratar de equilibrar la diferencia de calidad: tres centrales, dos carrileros que son más laterales que extremos para montar una defensa de cinco, mucho orden, todos juntitos, a defender bien y a intentar dar un susto a la carrera. Cuantos más minutos esté la portería a cero, mejor para su plan y peor para la paciencia del rival. El tiempo jugaba a su favor e incluso se fue soltando y se le fue viendo más en ataque. Hasta marcó, pero el tanto de Schon fue anulado por fuera de juego.
Desde el marcador se puede decir que, claro, Cristiano no es Morata, pero en el triunfo de Portugal influyeron más cosas, empezando por la suerte. Porque el marcador lo rompió Guerreiro en una jugada de carambola en la que el balón se le quedó franco tras tocar en un contrario y cambió de trayectoria después de que chutara, al dar en la pierna de Orbán, para despistar al portero. Sólo así lograron superar a Gulacsi.
Otra clave fue la entrada de Rafa Silva. El futbolista del Benfica empezó perdiendo los primeros balones que tocó. Salió al campo en pleno desconcierto del conjunto luso, desesperado porque no había conseguido el gol y cada vez jugando más desordenado. Pero Silva terminó siendo decisivo. Dio la asistencia del 0-1 y provocó el penalti del 0-2, un ligero contacto en el área, pero ya tenía la posición ganada y se fue al suelo. Desde ahí sí que no se equivocó Cristiano Ronaldo. El mismo Rafa Silva asistió de nuevo al jugador de la Juventus para que completara la goleada con un tanto de mucha belleza. Paró el tiempo CR frente al guardameta. ¿Quién dijo nervios? Lo regateó en poco espacio y después ya marcó a placer. Hubo que esperar un poco porque la posición era justa, pero legal, como confirmaron desde el VAR.
Cuando a Portugal se le estaba poniendo cara de España, encontró la manera de marcar y acabó con todas las dudas.