La Razón (Nacional)

Adelanto de las memorias de Mariñas: «Rocío Jurado tenía contradicc­iones no asumidas por su propia sexualidad»

- PEDRO NARVÁEZ

Jesús Mariñas publica sus memorias. El periodista más temido de la llamada Prensa del corazón, el hombre ante el que todos temblaban, ajusta cuentas también con él mismo en «Jesús por Mariñas» (La Esfera). Ha querido acordarse de algunos, los divos y las divas de su época, y deliberada­mente ha omitido a otros que no merecían más que una nota a pie de página. Hay episodios que se vislumbran pero que no podrían publicarse por expreso deseo jurídico. Puedo presumir, como ayudante y sacacorcho­s de sus recuerdos, de guardar para siempre algunos secretos del poder de una bomba de racimo que pondrían del revés a ciertos personajes de los que pueblan las revistas del cuore (y al propio Mariñas). Algunos pasajes deben ser leídos casi como un jeroglífic­o. He oído historias que no creerían y que nunca sabrán, aposentado frente al sofá desde donde Jesús daba rienda suelta a su lengua y dejaba escapar a sus fantasmas mientras tomaba agua con gas.

Sus memorias no dejan de ser un homenaje a una manera de ejercer el periodismo que hoy sería impensable y a aquellos grandes personajes que han sido sustituido­s por otros sin más oficio que el de salir por televisión.

Mariñas coteja su propia memoria histórica. Ha convivido con figuras mayúsculas de las que la mayoría habla de oídas. Por su libro desfilan Carlos Larrañaga, el hombre que enamoró a Cary Grant (y a muchos más); el Rey Juan Carlos, un confidente que le regaló corbatas; la Duquesa de Alba, que le llamaba a las seis de la mañana para enterarse de lo que se cocía en las fiestas, y sus extrañas bodas; la falsedad amorosa de Julio Iglesias; qué escondían, tras tantos debates televisivo­s, Isabel Pantoja y Encarna Sánchez; por qué María Teresa Campos quiere más a Rocío Carrasco que a sus propias hijas; cómo fue su relación erótica con Vicente Parra y Rafael Amargo (con sopresa inédita incluida); las contradicc­iones, tal vez explicadas por su sexualidad, de Rocío Jurado; qué pasaba cuando se apagaban las luces del estudio de «Tómbola», cómo eran las míticas noches sin fin del «Bocaccio» barcelonés... Pero más allá de la corteza chismosa, lo que Mariñas transmite es el olor y el hedor de unos años que retratan la historia de España cuando despierta al color del cuché, de qué manera hemos cambiado y no siempre para bien.

Hoy las antológica­s crónicas de Mariñas, que sigue escribiend­o en LA RAZÓN con total libertad, serían canceladas y perseguida­s como una corrida de toros por las hordas de lo políticame­nte correcto de la mima manera que buscaban apalizarle las élites cuando husmeaba en sus asuntos de alcoba. En este sentido, Jesús aparece como un agente subversivo aunque él no lo sepa. Como se dice en el libro, este no es el prefacio del crepúsculo de un dios sino la exclusiva de su vuelta al centro de la actualidad, ese lugar desde donde se hizo salvaje, insoportab­le, perverso y genial.

Hay episodios que no podrían publicarse por expreso consejo jurídico

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ARCHIVO PARTICULAR JESÚS MARIÑAS Con Naty Abascal, una de sus musas
 ??  ?? Lola Flores le dio argumento para muchas de sus crónicas
Lola Flores le dio argumento para muchas de sus crónicas
 ??  ?? Mariñas en una fiesta con Ana Obregón
Mariñas en una fiesta con Ana Obregón
 ??  ?? Antonio el bailarín tomó a Mariñas como confidente
Antonio el bailarín tomó a Mariñas como confidente
 ??  ?? Homenaje a Montserrat Caballé rodeada de estrellas
Homenaje a Montserrat Caballé rodeada de estrellas
 ??  ?? Junto a Julio Iglesias al que siguió durante muchos años
Junto a Julio Iglesias al que siguió durante muchos años

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